Los investigadores utilizan la inteligencia artificial para unir fragmentos de textos antiguos.
Según phys.org, un investigador de la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich (Alemania) utiliza la inteligencia artificial para rellenar espacios en blanco en manuscritos antiguos.
Enrique Jiménez, investigador y profesor de literatura del Próximo Oriente en el Instituto de Asiriología, dirige un grupo que está digitalizando todas las tablillas cuneiformes de Babilonia que aún existen. El grupo ha analizado hasta 22.000 fragmentos de texto desde 2018.
Un Fragmentarium
El equipo creó el Fragmentarium, una innovadora base de datos que automatiza el ensamblaje de fragmentos de texto. El equipo trabajó con el Museo de Irak y el Museo Británico para fotografiar miles de fragmentos.
Los creadores de la base de datos esperan que, en última instancia, sea capaz de reconocer y traducir imágenes de escritura cuneiforme.

Los fragmentos de texto se unen mediante un algoritmo. Para unir material descontextualizado, los investigadores están entrenando un algoritmo. Hasta ahora han conseguido unir cientos de textos.
En noviembre, el algoritmo descubrió un fragmento del año 130 a.C. perteneciente a una tablilla de la Epopeya de Gilgamesh. En concreto, la tablilla es miles de años anterior a la primera copia de la Epopeya de Gilgamesh.
“El estudio de la literatura babilónica requiere mucho trabajo. Somos más capaces de comprender la literatura y la cultura babilónicas en su conjunto gracias a los nuevos textos que vamos encontrando”, declaró Jiménez.
Este mes tiene previsto lanzar el Fragmentarium junto con una edición digital de la Epopeya de Gilgamesh, que será la primera en incorporar todas las transcripciones de los fragmentos cuneiformes conocidos.
“El Fragmentarium estará a disposición de todo el mundo para que experimente con él. Numerosos fragmentos aún no han sido identificados”, según Jiménez.