El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, ha puesto en marcha medidas que podrían convertir a la AP en una dictadura, según un nuevo informe publicado apenas dos semanas antes del 29º aniversario de la firma de los Acuerdos de Oslo.
El informe ha sido elaborado por la ONG israelí Palestinian Media Watch, que ha seguido la evolución de la AP prácticamente desde su creación en 1994. El informe constata que, en los últimos cuatro años, “Abbas ha tomado decisiones y ha aplicado cambios fundamentales en el sistema político palestino, cuyo objetivo general es abolir por completo lo que queda de la democracia palestina y sustituir las instituciones de la AP por la Organización para la Liberación de Palestina”.
El primer paso de Abbas, según el informe, fue realizar cambios estructurales en la OLP que le dieron un mayor control. El Consejo Nacional Palestino, que es el órgano legislativo de la OLP, apenas se ha reunido. Para garantizar un mayor control, en 2018 Abbas ordenó que el CNP transfiriera sus autoridades al Consejo Central Palestino, un órgano mucho más pequeño y mucho más fácil de controlar.
En diciembre de 2018, Abbas desmanteló el Consejo Legislativo Palestino, que funcionaba como una especie de parlamento después de que Hamás ganara las elecciones de 2006. Abbas prometió que se celebrarían nuevas elecciones parlamentarias seis meses después de su dispersión, pero estas nunca se celebraron.
En febrero de 2019, Abbas encabezó otro cambio: Abandonó la constitución de la AP como fuente del poder ejecutivo de la AP y la sustituyó por la constitución de la OLP, de manera que sólo la OLP podía controlar la AP.
La última fase llegó en febrero de 2022, cuando Abas adoptó una resolución que ordenaba al Comité Ejecutivo de la OLP, que Abbas dirige, que reestructurara las instituciones de la AP. Incluso antes de eso, en la primera mitad de 2021, Abbas canceló las elecciones presidenciales de la AP, asegurándose de que seguiría ocupando el cargo que ha tenido desde 2006 sin elecciones.
“Todas las propuestas internacionales que defienden la creación de un Estado palestino hacen hincapié en que tiene que ser democrático, pero no queda nada de la democracia palestina”, dijo el abogado Maurice Hirsch, jefe de estrategias legales de PMW y editor del informe.
“El término ‘democracia palestina’ siempre ha sido un oxímoron, pero últimamente ha empeorado”, explicó Hirsch.
“Los pasos dados por Abbas tienen que hacer sonar la alarma en todos los países que ayudan financieramente a los palestinos a través de las instituciones de la AP. Quieren creer que están concediendo ayuda al pueblo palestino, pero esencialmente están sosteniendo a la OLP y solidificando la hegemonía de Al Fatah. Si la comunidad internacional no interviene y exige a Abbas que dé marcha atrás en sus medidas antidemocráticas, el dominio dictatorial de Al Fatah sobre la Autoridad Palestina se reforzará aún más”, concluyó Hirsch.