El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, ordenó el miércoles a los líderes de la milicia de Fatah Tanzim que participen en la planificación de manifestaciones masivas el viernes, mientras las tensiones se intensificaban en torno al Monte del Templo de Jerusalén.
La decisión se produjo horas después de que Fatah y su rival de Hamás pidieran un nuevo “día de furia” en Judea, Samaria y Jerusalén para el viernes en contra las nuevas medidas de seguridad israelíes en el Monte del Templo.
Las reuniones del miércoles tuvieron lugar entre representantes de varias facciones de árabes que se hacen llamar “palestinos” en la oficina del vicepresidente de Fatah, Mahmoud al-Aloul. Jabal al-Mheissen, responsable del comité central de Tanzim en Fatah, y el ex jefe de inteligencia palestina Tawfik Tirawi, estuvieron en las reuniones junto con los jefes de las filiales regionales de Fatah en Judea y Samaria.

El propósito de las reuniones era planear las manifestaciones masivas comenzando el viernes y continuando en los días subsiguientes.
El Tanzim, una milicia armada afiliada a Fatah, fue un actor clave en las manifestaciones violentas al inicio de la Segunda Intifada en 2000. Su líder es Marwan Barghouti, quien está cumpliendo cinco cadenas perpetuas en una prisión israelí por su responsabildiad en los asesinatos masivos de judíos durante la segunda intifada en el año 2000.
A pesar del hecho de que Israel retiró temprano los detectores de metales que había instalado en el sitio sagrado después de un ataque islámico mortal el 14 de julio, los líderes islámicos reunidos llamaron a dirigir las oraciones del viernes en lugares públicos – no en mezquitas – en protesta por las medidas de seguridad en el Monte del Templo, así como para la preparación general y “escalada de las protestas en toda Palestina como una victoria para la bendita Mezquita Al-Aqsa”.

Además, el movimiento juvenil de Fatah en Shabiba pidió a los musulmanes que permanezcan “firmes en la defensa de Jerusalén”.
En un comunicado, el movimiento juvenil respaldó la decisión de Abbas de congelar toda la coordinación con Israel, y pidió la participación generalizada en las protestas planeadas para el viernes.
El movimiento prometió “la expansión del círculo de confrontación con las fuerzas de ocupación, el aislamiento de los asentamientos y la apertura de todos los frentes, en los pueblos, las ciudades y los campamentos de refugiados”.
La declaración dice que “las acciones planeadas se dirigirán a todos los asentamientos y carreteras que conducen a ellos”.
El miércoles, el Comité Central de Fatah pidió a los musulmanes “intensificar la lucha popular por el Monte del Templo”.
El grupo terrorista Hamás también pidió un nuevo “día de furia” en toda Judea y Samaria el viernes para protestar por las medidas de seguridad israelíes en el sitio.

Los grupos hicieron llamadas similares hace una semana, lo que desató la violencia islámica en toda Judea y Samaria contra las fuerzas de seguridad israelíes, en la que murieron cinco árabes. También un ataque terrorista perpetrado por un musulmán que apuñaló a muerte a tres miembros de una familia judía que celebraba el Shabat en Halamish, como parte de la guerra religiosa a la que quieren arrastrar al Estado de Israel.
Las manifestaciones violentas fueron iniciadas cuando Israel instaló detectores de metales después de un ataque islámico del 14 de julio perpetrado por tres musulmanes que asesinaron a dos agentes de policía israelíes con armas que habían sido introducidas clandestinamente en el Monte del Templo.

El gobierno dijo que los detectores de metales eran necesarios para prevenir nuevos ataques, mientras que los árabe afirmaban que Israel estaba tratando de expandir su control sobre el sitio.

Israel retiró los detectores de metales el martes por la mañana, respondiendo a una intensa presión. El gabinete de seguridad de Israel anunció que en lugar de los detectores de metales eventualmente emplearía tecnologías avanzadas no intrusivas, según se informa, las cámaras inteligentes que pueden detectar objetos ocultos. El nuevo sistema de seguridad se establecería en los próximos seis meses a un costo de 28 millones de dólares.
Las cámaras de la entrada al Monte del Templo, instaladas después del atentado terrorista del 14 de julio, también fueron retiradas, aunque las cámaras que estaban previamente en su lugar alrededor de la Ciudad Vieja permanecen, dijo el martes un funcionario policial.
Los líderes musulmanes han prometido continuar protestando hasta que se eliminen todas las medidas de seguridad, incluyendo los pasamanos metálicos en la entrada de la Puerta de las Tribus al sitio.
El Monte del Templo es el sitio más sagrado en el Judaísmo y el tercer lugar más sagrado en el Islam, según un mito apócrifo, es decir, que no se basa en el Corán. El mito afirma que es el lugar desde el cual Muhammad (Mahoma) ascendió al cielo montado en un caballo.