Los líderes de Hamás y Al Fatah, enemistados desde hace tiempo, celebraron el martes en Argelia su primer encuentro cara a cara en varios años, lo que supone un posible nuevo esfuerzo para negociar la reconciliación entre las facciones enfrentadas.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, y el jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, se encuentran esta semana en Argelia para asistir a las celebraciones del 60º Día de la Independencia del país.
Los medios de comunicación argelinos y palestinos publicaron fotos de la pareja estrechando la mano del presidente argelino Abdelmajid Tebboune, quien supuestamente impulsó la reunión.
La oficina de ninguno de los dos líderes dio detalles de su conversación. Los dos principales partidos palestinos -Fatah, de Abbas, y el grupo terrorista islamista Hamás- están divididos desde la sangrienta guerra civil que enfrentó a ambas partes en 2007.
Los grupos rivales han realizado varios intentos infructuosos de reconciliación a lo largo de los años. Altos cargos de Al Fatah y Hamás se han reunido en capitales de toda la región, e incluso han llegado a firmar acuerdos. La última gran ronda de conversaciones tuvo lugar en 2020.
Las reuniones entre altos dirigentes han sido mucho más raras. Se cree que la última fue en 2016, cuando Abbas mantuvo conversaciones en Qatar tanto con Haniyeh como con Khaled Mashaal, que era el líder del grupo terrorista en ese momento. Abbas y Haniyeh han hablado por teléfono en múltiples ocasiones desde entonces.
Aunque Egipto ha sido el principal escenario de las negociaciones de reconciliación palestinas, Argelia también acogió las conversaciones entre ambas partes a principios de este año. Altos cargos de ambas partes se reunieron sin llegar a un acuerdo.
La ruptura entre Al Fatah y Hamás se produjo en 2007, cuando Hamás tomó violentamente la Franja de Gaza y expulsó a su rival. Desde entonces no se han celebrado elecciones palestinas, en parte debido a las continuas disputas entre las dos facciones.
Abbas convocó elecciones legislativas palestinas para mayo de 2021, pero el líder de la AP las canceló a pocas semanas de los comicios, culpando a Israel de no haber prometido permitir el voto a los residentes del este de Jerusalén.
Muchos observadores señalaron, sin embargo, que la razón más probable era la lucha interna en el movimiento Fatah de Abbas y su impopularidad, que hizo surgir el espectro de la derrota a los rivales tanto dentro de Fatah -como Marwan Barghouti y Mohammed Dahlan- como fuera de él, como Hamás.
En ese momento, Hamás criticó la decisión de Abbas de cancelar la votación prevista para el año pasado, diciendo que la medida era “un golpe contra el camino de la asociación y el consenso nacional”.
Tras las elecciones legislativas de 2006, Fatah y Hamás formaron un efímero gobierno de unidad nacional. Pero la Autoridad Palestina fue inmediatamente criticada por Israel, Estados Unidos, la UE y otros intermediarios internacionales, que le impusieron sanciones y cortaron sus vínculos debido a su control por parte del grupo terrorista.
La votación de 2006 y el posterior colapso del gobierno de unidad al año siguiente dieron lugar a una sangrienta guerra civil entre las dos facciones, que terminó con la expulsión de Hamás de Gaza.
Desde entonces, la desconfianza mutua y el miedo a perder el poder han torpedeado todos los intentos electorales posteriores. Los dirigentes palestinos han prometido volver a las urnas en numerosas ocasiones, sólo para ver cómo las elecciones prometidas no se materializan.