El miércoles, la Autoridad Palestina condenó la visita del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu a la ciudad de Hebrón en Judea y Samaria, la primera desde 1998, por ser “provocativa” y por motivos políticos.
“Esta es una visita puramente colonial y racista que Netanyahu está haciendo en medio de una lucha electoral para ganar los votos de la derecha y la extrema derecha”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de la Autoridad Palestina en un comunicado.
Activistas juveniles palestinos contra los poblados judíos izaron una bandera palestina gigante en el área donde Netanyahu y otros funcionarios del gobierno se reunieron para conmemorar el 90º aniversario de la masacre de Hebrón. En 1929, los rebeldes árabes mataron a 67 de sus vecinos judíos en la antigua ciudad.
En el centro de la ciudad, los testigos presenciales dijeron que los jóvenes palestinos lanzaron piedras y fuegos artificiales a los soldados que respondieron con balas de goma.
Durante su visita, Netanyahu declaró que los israelíes permanecerían en la ciudad de Cisjordania para siempre, pero no llegó a anunciar una nueva construcción en el área, tal como lo han estado exigiendo los locales judíos y los legisladores de derecha.
“Hebrón nunca será limpiada de judíos… No somos extraños en Hebrón. Nos quedaremos aquí para siempre”, dijo.
En la ceremonia, el presidente del Knesset, Yuli Edelstein, y la ministra de Cultura, Miri Regev, del partido Likud, pidieron que se aplicara la soberanía israelí sobre la ciudad y que se ampliara la presencia judía.
Unos 800 residentes judíos y 200.000 palestinos viven en Hebrón.
Netanyahu no hizo comentarios sobre el tema en la ceremonia. El domingo, hablando con estudiantes de primaria en el asentamiento de Elkana, Netanyahu había prometido extender la “soberanía judía” a todos los poblados de Judea y Samaria, lo que equivalía a una anexión.
Las declaraciones de Netanyahu y sus aliados fueron vistas como un esfuerzo para reforzar el apoyo de la derecha unas dos semanas antes de las elecciones generales del 17 de septiembre.
En la ceremonia, Netanyahu también alabó a los residentes palestinos de Hebrón que “arriesgaron sus vidas” para salvar judíos durante la masacre de 1929.
Su visita también fue criticada por el líder del Campamento Democrático, Nitzan Horowitz, quien lo acusó de hacer un uso “despreciable” de la masacre de 1929 con fines políticos.