El déficit presupuestario de la Autoridad Palestina (AP) se proyecta que aumentará un 172% en 2024 en comparación con 2023, según una declaración reciente del gabinete de la AP. Este aumento significativo se debe en parte a una esperada caída del 21% en los ingresos, atribuida a la actual guerra entre Israel y Hamás en Gaza.
El presidente de la AP, Mahmoud Abbas, ha aprobado un presupuesto de emergencia para 2024. Este presupuesto incluye medidas de austeridad como la reducción de salarios, gastos operativos y de capital, así como la limitación de los gastos de desarrollo a lo mínimo indispensable.
La guerra ha afectado gravemente las finanzas de Ramallah, impidiendo que la AP pague los salarios del sector público en su totalidad durante más de dos años. Esto se debe a la disminución de la ayuda y la retención de impuestos por parte de Israel. Estas retenciones están relacionadas con los estipendios mensuales que la AP proporciona a los terroristas presos y a las familias de los atacantes muertos, una práctica que Jerusalén afirma incentiva el terrorismo.
A principios de julio, Israel transfirió 435 millones de NIS (116 millones de dólares) a la AP, marcando la primera transferencia de este tipo desde abril. Sin embargo, “el gobierno israelí ha deducido alrededor de dos tercios de los ingresos fiscales palestinos desde octubre del año pasado, lo que supone una disminución de 3.400 millones de NIS (937,52 millones de dólares) respecto al año anterior”, indica el comunicado de la AP.
Estas cifras reflejan la difícil situación financiera de la AP y la necesidad urgente de soluciones sostenibles para evitar una mayor crisis económica en la región.