Una delegación de seguridad palestina de alto nivel llegó a Washington esta semana para celebrar consultas con sus homólogos estadounidenses, según dijeron el sábado dos fuentes familiarizadas con el asunto a The Times of Israel.
Fueron las primeras reuniones de este tipo desde que el presidente estadounidense Joe Biden asumió el cargo hace cinco meses.
La delegación de Ramallah estaba encabezada por el jefe de los Servicios Generales de Inteligencia de la Autoridad Palestina, Majed Faraj.
Faraj fue uno de los únicos funcionarios de la Autoridad Palestina que mantuvo contactos con Estados Unidos durante la anterior administración, que Ramala boicoteó en 2017 después de que el expresidente Donald Trump reconociera a Jerusalén como capital de Israel.
El gobierno de Biden ha restablecido las relaciones con la Autoridad Palestina, anunciando la devolución de cientos de millones de dólares en ayuda humanitaria.
El mes pasado, el secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, notificó al entonces primer ministro, Benjamin Netanyahu, la intención de reabrir un consulado en Jerusalén que históricamente sirvió de representante de facto ante los palestinos antes de ser cerrado por Trump.
Las reuniones de la delegación de la Autoridad Palestina esta semana incluyeron otras con sus homólogos de la Agencia Central de Inteligencia, dijeron las fuentes, y añadieron que las partes discutieron el mantenimiento de la calma en Cisjordania con el telón de fondo de la guerra del mes pasado en Gaza.
Un portavoz del Servicio General de Inteligencia de la AP declinó hacer comentarios, y la Oficina de Asuntos Públicos de la CIA no respondió inmediatamente a una consulta sobre el asunto.
Durante los 11 días de conflicto en el enclave costero, Biden pidió al presidente de la AP, Mahmoud Abbas, que evitara que Cisjordania se convirtiera en un “segundo frente”, según un funcionario estadounidense.
Al menos 25 palestinos murieron durante la violencia islamista en Cisjordania con las FDI durante la guerra, pero los analistas han atribuido a las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina el mérito de haber evitado protestas más amplias más allá de la Línea Verde, que habrían elevado aún más el número de víctimas.
EE.UU. busca también la ayuda de la AP para evitar que la ayuda para la reconstrucción de Gaza llegue al grupo terrorista Hamás, que gobierna la Franja.