Medios estatales chinos informaron que Hamás y el movimiento Fatah de la Autoridad Palestina firmaron en Beijing una declaración para terminar con años de división, mientras la guerra en Gaza continúa. La firma del acuerdo tuvo lugar el martes.
El ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, recibió al alto terrorista líder de Hamás, Moussa Abu Marzouk, al enviado de Fatah, Mahmud al-Aloul, y a representantes de otros 12 grupos palestinos. En esta reunión, se acordó la creación de un “gobierno interino de reconciliación nacional” para gobernar Gaza una vez que la guerra concluya.
Esta declaración surge como resultado de diversas conversaciones previas que han intentado unir a las facciones palestinas, aunque acuerdos anteriores, como uno en 2011, no lograron resultados duraderos, lo que genera escepticismo sobre el éxito de esta iniciativa auspiciada por China. Además, el acuerdo se produce mientras Israel y Hamás evalúan una propuesta de alto el fuego con respaldo internacional, que podría finalizar la guerra de nueve meses y liberar a 120 rehenes israelíes en manos de Hamás.
“Hoy firmamos un acuerdo para la unidad nacional y decimos que el camino para completar este viaje es la unidad nacional. Estamos comprometidos con la unidad nacional y la pedimos”, declaró Abu Marzouk tras las reuniones con Wang y otros enviados.
Israel expresó críticas hacia Fatah por aceptar la reconciliación con Hamás. El ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Israel Katz, manifestó en X que “en lugar de rechazar el terrorismo, Mahmud Abbas abraza a los asesinos y violadores de Hamás, revelando su verdadero rostro”. Además, Katz agregó en inglés que “esto no ocurrirá porque el régimen de Hamás será aplastado y Abbas estará observando Gaza desde lejos. La seguridad de Israel seguirá estando exclusivamente en manos de Israel”.
El anuncio llega en medio de negociaciones para un acuerdo de alto el fuego que pondría fin a la guerra en Gaza, iniciada el 7 de octubre cuando Hamás invadió el sur de Israel desde Gaza, y provocó 1.200 muertes y 251 personas tomadas como rehenes. Actualmente, se estima que hay 120 rehenes en Gaza, incluyendo más de 40 cuerpos confirmados muertos por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). El posible acuerdo contempla la liberación gradual de estos rehenes por parte de Hamás, a cambio de un alto el fuego y la liberación de terroristas presos palestinos.
En noviembre, Israel y Hamás llegaron a un acuerdo similar que liberó 105 rehenes civiles a cambio de terroristas palestinos presos durante una tregua de una semana. Desde el inicio de la guerra, Hamás ha expresado que no desea gobernar Gaza como antes, proponiendo en su lugar un gobierno de tecnócratas acordado por diversas facciones palestinas, con miras a elecciones en Gaza y Judea y Samaria para formar un gobierno unificado.
El reciente acuerdo subraya el papel creciente de China en la diplomacia de Oriente Medio, tras su éxito en el restablecimiento de relaciones entre Arabia Saudita e Irán. La reunión del martes también contó con la presencia de enviados de Egipto, Argelia y Rusia.
Una declaración conjunta emitida tras las conversaciones en Beijing no precisó detalles sobre la formación del nuevo gobierno palestino, indicando únicamente que se haría “por acuerdo entre las facciones”. Ambas partes se comprometieron a la creación de un Estado palestino en Judea y Samaria y Gaza, territorios capturados por Israel en 1967 durante la Guerra de los Seis Días.
Desde 2007, Hamás y Fatah han estado enfrentados tras la violenta toma de Gaza por parte de Hamás, que expulsó a las fuerzas leales a Fatah. Los enfrentamientos internos se desencadenaron después de que Hamás ganara las elecciones legislativas palestinas en 2006, posterior a la retirada unilateral de Israel de Gaza en 2005. La Autoridad Palestina, liderada por Fatah y presidida por Mahmud Abbas, administra partes de Judea y Samaria, aunque enfrenta críticas por corrupción y desconexión con la realidad, además del resentimiento por su cooperación en seguridad con Israel.
Pese a varios intentos de reconciliación, la rivalidad entre Fatah y Hamás ha persistido. El gobierno del presidente estadounidense Joe Biden visualiza una Autoridad Palestina reformada para gobernar Gaza después de la guerra y ha impulsado reformas para hacerla viable en el territorio devastado. Israel ha rechazado esta idea sin proponer una alternativa viable para la gobernanza de Gaza.
Por su parte, la Yihad Islámica Palestina, aliada de Hamás, reiteró su rechazo a cualquier acuerdo que implique el reconocimiento de Israel, y exigió que la Organización para la Liberación de Palestina retire dicho reconocimiento.