IsraAID ha puesto en marcha una respuesta humanitaria al terremoto que sacudió el lunes el este de Afganistán y que causó la muerte de al menos 1.000 personas, más de 1.600 heridos y daños en miles de viviendas. Se espera que las cifras aumenten mientras continúan las operaciones de búsqueda y rescate.
La organización de ayuda trabajará con socios locales para evaluar las necesidades de la población afectada y distribuir suministros médicos y de socorro esenciales.
Con un gran número de heridos y el sistema sanitario ya sobrecargado, crece la preocupación de que la falta de refugio y saneamiento básicos pueda provocar una crisis sanitaria secundaria.
El terremoto de magnitud 6,1 afectó gravemente a las provincias de Paktika y Khost, y se sintió en la capital, Kabul. Según se informa, los habitantes de Pakistán e India también sintieron el temblor. En la zona más afectada -el distrito de Gayan, en la provincia de Paktika-, alrededor del 70% de las viviendas se han visto afectadas, con hasta 1.800 casas supuestamente dañadas o destruidas.
El director general de IsraAID, Yotam Polizer, declaró que la organización está “comprometida a responder a las crisis humanitarias en todo el mundo, dondequiera que se produzcan, y a establecer relaciones duraderas con las comunidades afectadas”.
“A través de la evacuación de ciudadanos afganos vulnerables el año pasado y nuestro trabajo actual en Albania con los refugiados afganos, hemos llegado a conocer a personas y comunidades afganas increíbles. Ante este devastador terremoto, reafirmamos nuestro compromiso a largo plazo de ayudarles a reconstruir sus vidas”, dijo.