Israel ha donado 500.000 dólares a las Naciones Unidas para alimentos, ayuda médica y otros tipos de asistencia a los refugiados afganos en Tayikistán, informó el martes el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Alon Ushpiz, director general del ministerio, dijo que Israel está orgulloso de formar parte del esfuerzo internacional para ayudar a los afganos que huyeron de la toma del país por los talibanes en agosto.
Ushpiz dijo que la ayuda formaba parte del compromiso de Israel con la comunidad internacional.
La donación se produjo el mismo día en que la ONU hizo lo que denominó un llamamiento récord para ayudar a Afganistán y sus países vecinos.
La ONU dijo que 22 millones de personas dentro de Afganistán y otros 5,7 millones de afganos desplazados en cinco países vecinos, alrededor del 15 % de la población de Afganistán, necesitaban ayuda vital este año. Otros siguen cruzando la frontera, dijo ACNUR, al tiempo que señaló que se estima que 175.000 han regresado al país desde la toma del poder por los talibanes.
El llamamiento solicita 4.400 millones de dólares para la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU y sus socios, además de 623 millones de dólares para la agencia de la ONU para los refugiados, ACNUR.
“Se avecina una catástrofe humanitaria en toda regla. Mi mensaje es urgente: no cierren la puerta a la gente de Afganistán”, dijo el jefe de ayuda de la ONU, Martin Griffiths.
“Ayúdennos a ampliar la ayuda y a evitar el hambre generalizada, las enfermedades, la desnutrición y, en última instancia, la muerte”.
Desde que el movimiento islamista de línea dura de los talibanes tomó el control a mediados de agosto, cuando Estados Unidos puso fin a su guerra de 20 años en Afganistán, el país se ha sumido en el caos financiero, con un aumento de la inflación y el desempleo.
El dinero de la ayuda de la ONU se destinará a 160 ONG y a las agencias de la ONU que prestan ayuda. Una parte se utilizará para pagar a los trabajadores de primera línea, como el personal sanitario, pero no a través de la administración talibán.
El jefe de refugiados de la ONU, Filippo Grandi, dijo que el objetivo del paquete de ayuda era estabilizar la situación dentro de Afganistán, incluso para los desplazados internos, evitando así una nueva avalancha de migrantes que huyan a través de las fronteras del país.
“Ese movimiento de personas será difícil de gestionar, en la región y fuera de ella, porque no se detendrá en la región”, dijo.
“Si esos esfuerzos no tienen éxito, tendremos que pedir 10.000 millones de dólares el año que viene, no 5.000 millones”.