El martes, Rusia y China vetaron para impedir que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas prolongara durante un año la aprobación de los envíos de ayuda a Siria desde Turquía, a pesar de las advertencias de las Naciones Unidas de que la vida de los civiles sirios depende del acceso transfronterizo.
La operación, de más de seis años de duración, está actualmente autorizada hasta el viernes. Los 13 miembros restantes del consejo votaron a favor de la resolución redactada por Alemania y Bélgica.
El Consejo de Seguridad votará ahora un texto ruso rival que solo aprobaría un cruce turco para el acceso de la ayuda durante seis meses. Durante la pandemia de coronavirus el consejo ha estado operando virtualmente, lo que significa que los miembros tienen 24 horas para votar un proyecto de resolución.
El portavoz del Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, Stéphane Dujarric, informó antes del martes que el acceso transfronterizo era “vital para el bienestar de los civiles en el noroeste de Siria. Vidas dependen de ello”.
El Consejo de Seguridad permitió en enero que la operación de ayuda transfronteriza continuara desde los dos cruces turcos durante seis meses, pero abandonó los puntos de cruce de Irak y Jordania debido a la oposición del aliado sirio Rusia y China.
El mes pasado Alemania y Bélgica propusieron reabrir el cruce de Irak por seis meses para ayudar a Siria a combatir el coronavirus, pero fue eliminado del proyecto de resolución que se sometió a votación el martes, de nuevo debido a la oposición de Rusia y China.
Las autoridades del gobierno sirio han confirmado más de 250 casos de coronavirus, incluyendo nueve muertes, según las Naciones Unidas.
Diplomáticos occidentales han dicho que el cierre del paso fronterizo de Irak corta el 40% de la ayuda médica al noreste de Siria.
En diciembre Rusia y China vetaron un proyecto de texto que habría autorizado los puntos de cruce de Irak y Turquía por un año. Una resolución necesita nueve votos a favor y ningún veto de Rusia, China, Estados Unidos, Francia o Gran Bretaña para ser aprobada.
La represión del presidente sirio, Bashar al-Assad, contra los manifestantes pro-democracia en el 2011 llevó a la guerra civil, con el apoyo de Moscú a Assad y Washington a la oposición. Millones de personas han huido de Siria y millones de ellas están desplazadas internamente.