Una delegación de trabajadores sociales israelíes ha partido hacia Moldavia para ayudar a los ucranianos que huyeron de los combates en su país, como parte de un esfuerzo más amplio de Jerusalén para proporcionar asesoramiento de emergencia a los refugiados vulnerables, anunció el lunes el gobierno israelí.
El equipo de 11 personas incluye ocho trabajadores sociales de habla rusa y ucraniana procedentes de todo Israel, con experiencia en situaciones de crisis y que han recibido formación específica del Ministerio de Bienestar y Asuntos Sociales antes de ser enviados. Ofrecerán asistencia psicológica a los refugiados, concretamente intervenciones a corto plazo centradas en los primeros auxilios emocionales y mentales en caso de trauma, pérdida y duelo.
Millones de ucranianos han sido desplazados desde la invasión de Rusia a su país en febrero. Moldavia acoge actualmente a más de 83.000 refugiados, según Naciones Unidas, una cifra similar a la de sus vecinos Rumanía y Eslovaquia.
La delegación israelí trabajará en cuatro centros de refugiados de la ciudad moldava de Bălţi, donde se aloja un importante número de personas mayores, niños y mujeres que necesitan asistencia. Es el primero de los tres grupos de este tipo que Israel enviará en las próximas semanas a otros países que han absorbido refugiados ucranianos.
“Los asistentes sociales israelíes tienen una amplia experiencia en el tratamiento de situaciones de trauma y crisis”, dijo Meir Cohen, ministro de Bienestar y Asuntos Sociales, “experiencia que será utilizada por la delegación para ayudar a los refugiados”.
“Estoy orgulloso de los trabajadores sociales (…) de todo Israel que se ofrecieron a dejarlo todo y volar lejos para ayudar a la gente necesitada”, añadió.
Además de las iniciativas de ayuda encabezadas por la sociedad civil, el gobierno israelí ha enviado medicamentos y otro tipo de ayuda humanitaria a Ucrania en los últimos meses, y estableció un hospital de campaña en Mostyska que atendió a unos 6.000 pacientes. También ha entregado cascos y chalecos protectores para los servicios de rescate ucranianos y ha intentado mediar entre las partes enfrentadas. Sin embargo, Jerusalén no ha suministrado el equipo militar solicitado por Kiev -en particular el sistema de defensa aérea Cúpula de Hierro– en un intento de preservar las relaciones con Rusia, que mantiene una amplia influencia y presencia militar en la vecina Siria.
El domingo, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenski, aplaudió una sentencia del Tribunal Supremo de Israel que anuló los límites al número de refugiados ucranianos que pueden entrar en el país.