El importador israelí de productos Nokia dice que se ha producido un aumento del 200% en las ventas de los llamados teléfonos tontos en la última semana.
Se cree que el aumento se debe a que los israelíes están preocupados por los programas espía sofisticados, como Pegasus de NSO Group, tras los informes de que la policía espiaba a los civiles con este software.
Los dispositivos que no son teléfonos inteligentes tienen una conectividad a Internet limitada, si es que la tienen, no permiten la navegación y no disponen de plataformas de mensajería como WhatsApp, Telegram y otras, lo que hace que sean más difíciles de infiltrar.
El diario financiero Calcalist, que no ha citado fuentes ni pruebas, informó el lunes de que el software espía se desplegó sin la debida supervisión judicial contra altos funcionarios del gobierno, alcaldes, líderes activistas, periodistas, así como miembros de la familia y asesores del ex primer ministro Benjamin Netanyahu.
Según los datos facilitados a Walla news por el Grupo H.Y., en los últimos tres días se adquirieron más de 4.000 unidades simples de Nokia. En una semana normal, se suelen vender entre 1.000 y 2.000 dispositivos.
Liav Ron, responsable de la marca Nokia en el Grupo H.Y., dijo a Walla que “hay un aumento meteórico en la venta de teléfonos de la vieja generación… Se trata de simples teléfonos de ‘envío y fin’ que han visto un aumento loco en las ventas. Ha surgido de la nada”.
Preguntado por la seguridad de los dispositivos, dijo: “Sólo los piratas informáticos y las fuerzas del orden pueden responder a esta pregunta, pero en general, el feature-phone de la vieja generación que no es un smartphone no tiene contenidos como Facebook e Instagram, así que ya no hay mucho contenido que se pueda sacar del dispositivo. Se pueden comprar teléfonos sencillos que tienen WhatsApp, pero en la mayoría de los dispositivos, solo hay mensajes y llamadas”.
El teléfono más sencillo disponible, que sólo incluye la opción de recibir y realizar llamadas y enviar y recibir mensajes SMS, cuesta unos 100 NIS (30 dólares).
El ministro de Finanzas, Avigdor Liberman, hizo alarde de su teléfono mudo en Twitter el lunes, diciendo: “Durante años todo el mundo se ha preguntado cómo puedo arreglármelas sin un smartphone; ahora todo el mundo sabe que me las arreglo muy bien”.
Los teléfonos no inteligentes de la antaño omnipresente empresa finlandesa Nokia siguen siendo populares entre algunos ultraortodoxos de Israel, que evitan el acceso a Internet, pero quieren estar localizables cuando están fuera de casa. También los utilizan a veces personas mayores a las que les resulta difícil manejar los teléfonos inteligentes.