El jeque de Qatar, que se ha convertido en una celebridad mediática en su país al erigir una enorme copia en piedra del trofeo de la Copa del Mundo de fútbol frente a su residencia, pidió la normalización con el Estado judío en una entrevista concedida el jueves a los medios de comunicación israelíes.
En la década de 1980, Hamad Al Suwaidi saltó a la fama como piloto de carreras. Desde entonces ha creado el primer santuario de pavos reales de Qatar, pero su reciente exposición de una réplica de tres metros de altura y cuatro toneladas de la famosa copa del Mundial le ha devuelto a la palestra.
La obra fue encargada por Suwaidi, que es un hábil escultor, en honor a la condición de Arabia Saudita como primer país de Oriente Medio que acogerá la Copa Mundial de la FIFA el próximo mes.
El grupo terrorista islamista palestino Hamás, que gobierna en la Franja de Gaza, ha recibido el apoyo de Qatar, que no reconoce a Israel y ha participado en cuatro guerras con este país desde 2008. Sin embargo, según un acuerdo alcanzado a través de la FIFA, los israelíes son bienvenidos a visitar la nación durante el torneo.
En una entrevista emitida el jueves, Suwaidi hizo un llamamiento a la plena normalización de las relaciones entre Qatar e Israel, afirmando que los israelíes deben sentirse bienvenidos en Qatar y que él desea visitar Tel Aviv.
Es imposible expulsar a Israel, comentó desde Doha, y tampoco puede marcharse. Hay que ser realista.
Desde 1995 hasta el año 2000, Qatar albergó una oficina comercial israelí, pero los estrechos vínculos del país con Irán hacen dudar de que alguna vez establezca lazos diplomáticos plenos con Israel como lo han hecho sus compañeros del Golfo.
Descartó la posibilidad de que sus entrevistas con los medios de comunicación israelíes tuvieran consecuencias.
“Habrá críticas, sin duda, pero no he hecho nada malo”, señaló. “Deseo que llegue el día en que todas las guerras y crisis se resuelvan y el mundo esté en paz. No solo yo estaré tranquilo ahora; ustedes también. Que Dios nos bendiga, somos un pueblo tolerante”.
A pesar de la gran preocupación por la seguridad que rodea a los viajes al país, que mantiene estrechos vínculos tanto con Irán como con Occidente, se prevé que miles de israelíes viajen a Qatar con motivo del Mundial, que comienza el 20 de noviembre.
En septiembre, Kan afirmó que altos funcionarios israelíes habían viajado a Qatar para mantener conversaciones sobre la coordinación del torneo.
En un mensaje dirigido a los turistas israelíes, Suwaidi añadió: “Bienvenidos a Doha, que es para todos”. En otras palabras, “serán como hermanos para nosotros porque esta es también su nación”.
La escultura, que según Suwaidi tardó dos años en terminarse, se fabricó en Estambul según sus especificaciones. Hacerla costó 55.000 dólares, añadió, pero no incluía el envío. Y continuó: “No es mucho”.