Una ciudad en España ha caído ante la presión del movimiento de boicot, desinversión y sanciones (BDS), y ha anunciado que no albergará un partido femenino de waterpolo entre España e Israel.
El partido estaba programado para celebrarse el martes por la tarde en el municipio catalán de Molins de Rei, como parte de un campeonato europeo que sirve como preliminar al torneo de la liga mundial de waterpolo.
La presidenta de la Asociación Israelí de Waterpolo, Revital Cohen Gluska, dijo que fue informada de la decisión de la ciudad el lunes por la mañana. Según Gluska, mientras que los organizadores del partido habían ofrecido celebrar el partido en el Palau Sant Jordi de Barcelona, habían dicho que «habría protestas».
Gluska dijo que le dejó claro a los funcionarios españoles que “las protestas son su problema y un problema para nuestra seguridad. Si un equipo israelí puede actuar en Abu Dhabi con la bandera y el himno israelíes, también deberíamos poder jugar en España».
Se dijo que la ministra de Cultura y Deportes, Miri Regev, estaba en contacto con su homólogo español, José Girao, y le exigía que encontrara una solución inmediata al problema.
Los activistas de BDS en Cataluña colgaron carteles antes del partido programado diciendo «no damos la bienvenida al equipo israelí de waterpolo» y anunciaron que realizarían una protesta fuera del evento.
Afirmaron que el municipio de Molins de Rei había firmado un boicot a Israel en 2013.
También dijeron que el objetivo de su campaña era «obligar a Israel a respetar los derechos humanos y el derecho internacional en tres pasos: permitir que los refugiados palestinos regresen a sus tierras, poner fin a la “ocupación israelí” y reconocer a la Corte Penal Internacional en La Haya como la institución con jurisdicción sobre el problema palestino«.