La Federación Internacional de Judo (FIJ) dijo el martes que había prohibido a Irán competir indefinidamente por la negativa del país a enfrentarse a competidores israelíes.
La federación emitió una prohibición provisional el mes pasado mientras investigaba un informe de que Irán había ordenado que un judoka perdiera deliberadamente en los campeonatos mundiales para evitar enfrentarse al competidor israelí Sagi Muki en la siguiente ronda.
“Tras los acontecimientos, que tuvieron lugar durante el último Campeonato Mundial de Judo Tokio 2019, la suspensión final de la Federación de Judo de Irán de todas las competiciones… ha sido pronunciada”, dijo la FIJ en un comunicado.
La FIJ dijo que la suspensión permanecerá en vigor hasta que la Federación de Judo de Irán “dé fuertes garantías y demuestre que respetará los Estatutos de la FIJ y aceptará que sus atletas luchen contra los atletas israelíes”.
El luchador iraní Saeid Mollaei, que defendió su título en el Campeonato Mundial de Tokio en agosto, había dicho que se le había ordenado que lanzara su semifinal en lugar de arriesgarse a enfrentarse a un israelí en la final de la categoría de menos de 81 kilos.
El iraní, de 27 años, perdió la semifinal y luego perdió su lucha por el tercer puesto.
Mollaei dijo que los presidentes de la Federación de Judo de Irán y del Comité Olímpico de Irán le habían ordenado que se retirara de la competición.
Rechazando los cargos, la federación iraní negó que se hubiera ejercido presión para obligar a Mollaei a retirarse del campeonato.
Sin embargo, la comisión disciplinaria de la FIJ que examinó el caso concluyó que las acciones de Irán “constituyen una violación grave y flagrante de los Estatutos de la FIJ, sus intereses legítimos, sus principios y objetivos”.
El judo es uno de los puntos fuertes del deporte iraní y la prohibición supone un golpe a solo nueve meses de los Juegos Olímpicos de Tokio.
Se espera que Teherán apele contra la decisión de la FIJ ante el Tribunal Suizo de Arbitraje Deportivo. Tienen 21 días para hacerlo.
Por su parte, la ministra de Cultura, Miri Regev, alabó la prohibición de la FIJ, pero dijo en un comunicado que lamentó “el alto precio que los atletas iraníes tendrán que pagar por las decisiones de su régimen”.
La FIJ dijo que Mollaei había sido presionada a perder por el viceministro de deportes iraní Davar Zani. Mollaei también fue presionado para que se retirara por el presidente del Comité Olímpico Iraní, Reza Salehi Amiri, quien le dijo minutos antes de su partido de semifinales que los servicios de seguridad iraníes estaban en la casa de sus padres en Teherán.