El judoka iraní Saeid Mollaei, que según las autoridades de Teherán, fue obligado a inventar su eliminación en un torneo la semana pasada para evitar competir contra el judoka israelí Sagi Muki, podría llegar a Israel en 2020.
Israel Hayom ha sabido que la Asociación Israelí de Judo invitó a Mollaei a participar en el Gran Premio de Tel Aviv 2019 en enero.
Después de que Mollaei fuera eliminado del Campeonato Mundial de Judo la semana pasada, Muki terminó ganando la medalla de oro e hizo historia en el deporte israelí.
“Felicitaciones campeón”, escribió Mollaei en respuesta a un mensaje que Muki publicó después de ganar la competencia.
“Gracias, eres inspirador como persona y como atleta”, respondió Muki.
Según se informa, Mollaei solicitó asilo en Alemania el sábado tras recibir amenazas contra él y su familia, aunque negó esos informes y dijo: “No solicité asilo, no soy un refugiado. He tenido una visa en Alemania por varios años”.
También negó haber perdido el partido o haberse negado a competir y subrayó que ganar era importante para él.
Mollaei no es el primer iraní que evita a un israelí en una competición deportiva, ya que la República Islámica tiene una política de larga data a este respecto.
En 2010, un concursante iraní se retiró de un partido de taekwondo contra el israelí Gili Haimovitz, quien ganó una medalla de oro por defecto.
En 2012, los atletas iraníes anunciaron su intención de boicotear las competiciones contra los israelíes en los Juegos Olímpicos de Londres.
El presidente de la Federación Internacional de Judo, Marius Vizer, quiere que el solicitante de asilo iraní asista a la competición organizada por Israel en enero y ha dicho que castigaría a las autoridades iraníes por presionar a Mollaei para que perdiera un partido la semana pasada para que fuera eliminado.
Si Mollaei acepta la invitación, todavía tendría que pasar por muchos obstáculos antes de poder competir en Tel Aviv, pero las autoridades de Israel dijeron que eran optimistas.