El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, visitará Irán la próxima semana como parte de una misión de mediación para aliviar las tensiones entre Irán y Estados Unidos. A continuación, se presentan algunas de las razones de la visita de Abe del 12 al 14 de junio, y lo que podría lograr.
¿Por qué Abe va a ir a Irán?
Japón se encuentra en una posición única como aliado de Estados Unidos porque desde hace mucho tiempo mantiene estrechos vínculos con Irán, lo que hace de Abe un mediador ideal.
Los lazos entre Estados Unidos e Irán se han roto desde que el presidente Donald Trump se retiró del acuerdo nuclear con Irán, en el que acordó limitar su programa nuclear a cambio de levantar las sanciones. Estados Unidos también insinuó una confrontación militar enviando fuerzas adicionales a la región para contrarrestar las llamadas amenazas iraníes.
Durante su visita a Japón el mes pasado, Trump saludó la ayuda de Abe a Irán, destacando las “muy buenas relaciones” entre Tokio y Teherán.
“Creo que a Irán le gustaría hablar”, dijo Trump en su momento. “Y si ellos quieren hablar, a nosotros también nos gustaría hablar”.
Por su parte, Japón está interesado en la estabilidad en Oriente Medio, ya que la mayoría de las importaciones de petróleo provienen de esta región, aunque este año, debido a las sanciones de EE.UU., dejó de comprar petróleo iraní.
¿Qué puede lograr Abe?
Lo más que Abe puede lograr es convencer a Irán y a Estados Unidos de que reanuden las negociaciones directas, quizás en un tercer país. Según los expertos, ambas partes pueden buscar la manera de salir de la confrontación.
Por ejemplo, Abe podría invitar al presidente iraní Hassan Rouhani a la cumbre del G20 que Japón organizará a finales de junio, dijo Momoyo Kondo, investigador del Instituto de Oriente Medio de Japón.
Si esto no es posible, Abe podría enviar un mensaje desde Irán a Estados Unidos, quizás en la cumbre del G20, dijo Motohiro Ono, un legislador de la oposición y ex diplomático que sirvió en varios países de Oriente Medio.
El Japón no es parte en el acuerdo nuclear iraní firmado por Irán, Rusia, China, el Reino Unido, Francia, Alemania y los Estados Unidos, por lo que no puede abordar esta cuestión directamente.
Japón recibió la aprobación de Rusia en un esfuerzo por aliviar las tensiones con Irán cuando los ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa de Japón y Rusia celebraron conversaciones cuatripartitas en Tokio la semana pasada.
Historia de las relaciones entre Japón e Irán
Japón ha tenido una relación generalmente positiva con Irán durante unos 70 años, principalmente en el campo del petróleo.
En la década de 1950, la refinería japonesa de Idemitsu violó el embargo de petróleo de Irán al enviar un camión cisterna para obtener un cargamento de gasolina y diesel.
Treinta años después, durante la guerra entre Irán e Iraq, el padre de Abe, entonces Ministro de Relaciones Exteriores, Shintaro Abe, visitó ambos países para tratar de mediar. El joven Shinzo Abe se le unió como secretario.
“Japón es visto en el Medio Oriente como un país que conecta a Estados Unidos con el resto del mundo”, dijo Kondo.
En general, Japón mantiene vínculos neutrales con muchos países de Oriente Medio porque depende de ellos para obtener petróleo.
“El enfoque de Japón en el comercio y las relaciones diplomáticas en la región, más que en las operaciones militares, también puede significar que Teherán lo considera más neutral que otros aliados de Estados Unidos”, dijo Richard Mallinson, analista principal del departamento de energía de Londres.
¿Es Irán una fuente importante de petróleo para Japón?
Irán fue uno de los principales proveedores de petróleo crudo de Japón, con un suministro del 10 al 15 por ciento en 2012, cuando las sanciones de Estados Unidos comenzaron a contraerse. Sin embargo, las importaciones siguen siendo inferiores a las de Arabia Saudita, que es el principal proveedor a largo plazo de Japón.
Japón está a veces atrapado en el fuego cruzado de la política entre Irán y Estados Unidos, y Japón se une firmemente a las filas de su antiguo aliado.
En 2004, la empresa japonesa Inpex acordó adquirir una participación del 75% en el yacimiento de Azadegan en Irán, uno de los mayores yacimientos petrolíferos del mundo en los últimos 30 años. Pero bajo la presión de los Estados Unidos, Inpex redujo su participación al 10% en 2006 y luego la abandonó completamente en 2010.
Japón dejó de importar petróleo iraní antes de la fecha límite para evitar las sanciones de EE.UU. el mes pasado, aunque insistió en más importaciones.
Japón quiere preservar la posibilidad de que el petróleo iraní lo proteja de posibles interrupciones en el suministro desde Arabia Saudita o los Emiratos Árabes Unidos, dijo recientemente un diplomático estadounidense a Reuters.
¿Cuáles son los riesgos y beneficios políticos?
Abe no tiene muchas desventajas. Incluso si no avanza, será visto como un estadista internacional en busca de la paz.
Un viaje exitoso le habría permitido lucir bien en el período previo a las elecciones parlamentarias de este verano y, al mismo tiempo, podría haberle llevado a convocar elecciones generales anticipadas.
Abe ha tenido poco éxito en sus esfuerzos por llegar a un acuerdo con Rusia en las islas en disputa o resolver una enemistad con Corea del Norte por los ciudadanos japoneses secuestrados, dos cuestiones que esperaba resolver para consolidar su legado.