La posibilidad de que la administración de Joe Biden logre un acuerdo de normalización entre Israel y Arabia Saudita antes de las elecciones presidenciales de noviembre parece improbable, según declaraciones de un legislador demócrata y un alto asistente republicano del Senado a The Times of Israel.
Arabia Saudita ha condicionado la normalización a que Israel acepte avanzar hacia un Estado palestino, una propuesta que el primer ministro Benjamin Netanyahu ha rechazado de manera consistente. Mientras tanto, Estados Unidos busca avanzar en un pacto de defensa paralelo con Arabia Saudita, el cual necesitaría la ratificación del Senado.
Las fuentes del Congreso señalaron que no hay tiempo suficiente en el calendario legislativo para que el Senado celebre las audiencias necesarias para aprobar el acuerdo de defensa. Quedan menos de cuatro semanas de sesiones antes del receso final del 27 de septiembre, considerando que en agosto el Congreso solo se reúne dos días.
Chuck Schumer, líder de la mayoría del Senado, podría intentar convocar a los legisladores durante el receso de octubre, pero las fuentes admitieron que la administración no podría asegurar el apoyo de unos 10 republicanos necesarios para aprobar el pacto antes de las elecciones.
Un funcionario de la Casa Blanca, que prefirió mantener el anonimato, mencionó que la ventana para asegurar un acuerdo “no se ha cerrado por completo”, aunque reconoció que sin un alto el fuego en Gaza, no se podría alcanzar un acuerdo. Tanto altos funcionarios estadounidenses como saudíes han manifestado que Riad no podría justificar un acuerdo de normalización mientras continúe la guerra entre Israel y Hamás.
Un funcionario israelí involucrado en las negociaciones con Hamás destacó que se han logrado avances recientes, pero aún se necesitarán dos o tres semanas más para concluir un acuerdo debido a las diferencias existentes y el ritmo de las conversaciones.
El alto asistente republicano del Senado comentó: “La política ya era extremadamente complicada debido a la aversión de los republicanos a otorgar logros a Biden en un año electoral y a la reticencia de muchos demócratas a premiar a los líderes israelíes y saudíes actuales. Ahora, la administración lucha contra el tiempo, del que simplemente no tiene suficiente”.
El senador Lindsey Graham, uno de los pocos republicanos dispuestos a respaldar un acuerdo negociado por una Casa Blanca demócrata, estimó en enero que el gobierno tenía hasta junio para finalizar el acuerdo de normalización. Un funcionario de la Casa Blanca sugirió que, incluso si Biden pierde las elecciones, Estados Unidos aún podría concretar un acuerdo entre noviembre y la inauguración de enero, aunque eso añadiría una complejidad política adicional.
Un segundo funcionario israelí coincidió con las fuentes del Congreso en que la ventana para un acuerdo preelectoral se ha cerrado. Mientras tanto, un portavoz del Departamento de Estado no respondió a una solicitud de comentarios.
La opinión general indica que un acuerdo podría ser más fácil de ratificar bajo la administración de Biden, dado que podría unir a demócratas escépticos de Jerusalén y de los antecedentes de derechos humanos de Riad con republicanos que han apoyado los Acuerdos de Abraham, negociados por el ex presidente Donald Trump. Con Trump, sería menos probable que los demócratas del Senado, que desconfían de Israel y Arabia Saudita, apoyen la concesión de garantías de seguridad a Riad.