El principal diplomático de EE. UU. implicado en la ayuda humanitaria a Gaza afirma que las fuerzas israelíes mataron a principios de mes a un policía palestino que protegía un convoy de ayuda de la ONU en la ciudad meridional de Rafah.
Como consecuencia, la policía palestina se ha negado a proteger los convoyes, obstaculizando la entrega de ayuda dentro de Gaza debido a las amenazas de las bandas criminales, afirma David Satterfield, enviado regional especial de Washington para asuntos humanitarios.
“Con la retirada de las escoltas policiales, ha sido prácticamente imposible para la ONU o cualquier otro, Jordania, los EAU o cualquier otro ejecutor, trasladar la ayuda de forma segura en Gaza debido a los elementos criminales”, explica Satterfield en un acto organizado por la Fundación Carnegie para la Paz Internacional, con sede en Washington.
Satterfield afirma que entre los escoltas policiales hay miembros de Hamás, pero también agentes sin afiliación directa al grupo terrorista.
El ejército israelí no hizo comentarios inmediatamente sobre sus declaraciones.
A Satterfield se le pregunta si es cierto que las tropas israelíes mataron a principios de mes a “agentes de Hamás” que protegían un convoy de ayuda de la ONU en Rafah.
“Las FDI (Fuerzas de Defensa Israelíes), hace diez días o dos semanas, atacaron efectivamente a siete, ocho o nueve agentes de policía, entre ellos un comandante cuyas unidades se habían encargado de proporcionar escolta”, responde.
Esas escoltas eran necesarias debido a los ataques a los convoyes de ayuda, primero por palestinos “desesperados” y “después por elementos criminales”, afirma Satterfield.
La policía “sin duda incluye elementos de Hamás. También incluye a individuos que no tienen una afiliación directa con Hamás y que están allí como parte de la presencia y seguridad remanente de la Autoridad Palestina”, afirma, refiriéndose al organismo respaldado por Occidente que ejerce un gobierno limitado en la Cisjordania ocupada.
El 10 de febrero, médicos de Hamás y Gaza declararon que dos ataques aéreos israelíes habían matado a cinco miembros de la policía de Rafah, dirigida por Hamás, entre ellos un alto mando. El mismo día, el ejército israelí declaró que había atacado y matado a tres hombres armados de Hamás en Rafah, entre ellos dos altos cargos de la zona.
No está claro si Satterfield se refería al incidente del 10 de febrero. Hamás no ha dicho si ha puesto fin a la escolta policial de los convoyes de ayuda.
Satterfield afirma que EE. UU. está trabajando con el gobierno y el ejército israelíes para determinar “qué soluciones pueden encontrarse porque todos quieren que la ayuda continúe”.
Además de la amenaza que suponen los delincuentes, la distribución de la ayuda se ve obstaculizada por “el creciente valor de la ayuda humanitaria” que se filtra en el mercado negro, afirma Satterfield.