Washington estaba al tanto de una nueva propuesta de alto el fuego presentada a Hamás por mediadores árabes en días recientes, pero no informó a Israel al respecto. Este hecho generó una profunda decepción en Israel respecto a la administración estadounidense y suscitó dudas sobre el papel de Estados Unidos como mediador en futuros diálogos, según un informe publicado el martes.
Funcionarios israelíes citados por Axios revelaron que Israel se sorprendió cuando Hamás anunció abruptamente el lunes que aceptaba una propuesta de alto el fuego ofrecida por Egipto y Qatar. “La propuesta de alto el fuego de Hamás tomó a Israel por completa sorpresa”, comentó una fuente israelí a The Times of Israel. Señaló además que Israel no había sido informado previamente sobre el documento ni había tenido acceso a su contenido hasta después del anuncio de Hamás.
La oferta, presentada a Hamás por funcionarios egipcios en El Cairo durante el fin de semana, no fue detallada públicamente en su momento, dando la impresión de que Hamás había aceptado una propuesta ya aprobada por Israel. Sin embargo, Israel determinó horas más tarde que el documento no cumplía con sus exigencias clave y decidió continuar con operaciones planificadas en la ciudad de Rafah, al sur de Gaza, mientras seguía colaborando con los mediadores.
Funcionarios israelíes expresaron a medios hebreos que percibían la acción de Hamás como “una treta” para mostrarse como dispuesto a negociar y retratar a Israel como el obstáculo para el acuerdo. Poco después de que la oficina del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, anunciara la aceptación de la propuesta, un alto terrorista líder de Hamás declaró a la AFP: “Después de que Hamás aceptara la propuesta de los mediadores para un alto el fuego, la pelota está ahora en la cancha de la ocupación israelí, si aceptará el acuerdo de alto el fuego o lo obstruirá”.
Fuentes israelíes revelaron a Axios que Washington y el director de la CIA, William Burns, estaban informados sobre un nuevo documento de alto el fuego que presentaba “muchos elementos nuevos” y “parecía una propuesta completamente nueva”. Sin embargo, Israel no fue notificado sobre la existencia de esta propuesta. Adicionalmente, se informó que Estados Unidos conocía los detalles finales que se estaban ajustando en Doha el lunes por la mañana, pero tampoco compartió esta información con Jerusalén.
Funcionarios israelíes expresaron sentirse “engañados” por Washington y los mediadores árabes, lo que ha generado ira y desconfianza en Jerusalén. Existe un temor en Israel de que los mediadores estén intentando presionar a Israel para aceptar términos previamente rechazados.
El principal punto de conflicto sigue siendo la demanda de Hamás de que cualquier acuerdo de alto el fuego debe llevar al fin de la guerra. Israel, por su parte, ha declarado que no cesará sus operativos militares mientras Hamás controle Gaza. Según un reporte de Axios, Israel sospecha que Estados Unidos y otros mediadores han hecho promesas a Hamás de que un alto el fuego llevaría a la terminación de la guerra. Khalil al-Hayya, adjunto al líder de Hamás en Gaza, Yahya Sinwar, afirmó en Al Jazeera que Egipto garantizaría el acuerdo y evitaría la reanudación de la guerra.
Un alto funcionario israelí citado por el medio indicó: “Creemos que los estadounidenses transmitieron el mensaje a Hamás de que estaría bien cuando se trata de poner fin a la guerra”. No obstante, un alto funcionario estadounidense sostuvo en conversaciones con Axios que “los diplomáticos estadounidenses se han mantenido en contacto con sus homólogos israelíes. No ha habido sorpresas”.
Un funcionario estadounidense describió las negociaciones para un alto el fuego como “un proceso extremadamente difícil”, llevado a cabo a través de múltiples intermediarios. Según su declaración, el objetivo de Washington es “garantizar que un alto el fuego inicial de seis semanas se convierta en algo más duradero”. El acuerdo contempla tres fases con el fin de asegurar la devolución de todos los rehenes a sus familias.
El funcionario evitó comentar sobre los objetivos militares de Israel de terminar con el dominio de Hamás en Gaza, los cuales no parecen estar alineados con el plan de paz estadounidense. Además, negó que Washington haya ofrecido garantías a Hamás sobre el término de la guerra.
Por su parte, Israel anunció el lunes por la noche que continuaría con las operaciones en Rafah y enviaría un equipo de negociadores a El Cairo para seguir discutiendo el acuerdo propuesto. La Oficina del primer ministro informó que el gabinete de guerra había decidido por unanimidad continuar con una operación de las Fuerzas de Defensa de Israel en Rafah “con el fin de aplicar presión militar sobre Hamás, con el objetivo de avanzar en la liberación de los rehenes y los otros objetivos de guerra”.
El último comunicado de Israel declaró que la propuesta más reciente de Hamás estaba “lejos de cumplir con los requisitos esenciales de Israel”. En este contexto, Israel planea enviar equipos de trabajo para discutir con los mediadores y “agotar cualquier posibilidad de lograr un acuerdo en términos que sean aceptables para Israel”.
La guerra actual comenzó tras la masacre perpetrada por Hamás el 7 de octubre, en la que miles de terroristas asesinaron aproximadamente a 1.200 personas y secuestraron a 252, acompañado de actos de brutalidad y agresión sexual. Como respuesta, Israel inició una ofensiva a gran escala con el objetivo de desmantelar las capacidades militares y de gobierno de Hamás en Gaza y rescatar a los rehenes, de los cuales 128 siguen en cautiverio.
Según fuentes no confirmadas de funcionarios de salud de Hamás, más de 34.000 palestinos han muerto en la guerra. Estas cifras no diferencian entre combatientes y civiles. Por otro lado, Israel afirma haber eliminado a 13.000 combatientes de Hamás en Gaza y a 1.000 terroristas dentro de Israel el 7 de octubre. Además, se han reportado 267 bajas entre los soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en los combates en Gaza.
El primer ministro Netanyahu ha reiterado su compromiso de que las fuerzas israelíes llevarán a cabo una operación para erradicar los últimos bastiones de Hamás en Rafah, al sur de Gaza, independientemente de cualquier acuerdo sobre la liberación de rehenes.
El lunes, las FDI ordenaron la evacuación de civiles palestinos en el este de Rafah antes de llevar a cabo intensos ataques aéreos esa noche. Algunas tropas se movilizaron y, para el martes por la mañana, Israel había tomado control del lado de Gaza del cruce de Rafah con Egipto.