Arabia Saudita, Egipto y Jordania están presionando a los EE. UU. para que se abstengan de anunciar el plan de paz, conocido como el “acuerdo del siglo”, del presidente estadounidense Donald Trump para Israel y los palestinos, según un informe del panárabe Asharq Al-Awsat, con sede en Londres, que citó a Nabil Abu Rudeineh, portavoz del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas.
Rudeineh también dijo a los informes que la división entre los palestinos en Gaza y en Judea y Samaria fue el resultado de una división en los fondos árabes, y argumentó que la división fue intencional.
En cuanto a la posibilidad de reconciliación intra-palestina, Rudeineh dijo que había acuerdo en celebrar unas elecciones, pero que Ramallah estaba esperando la confirmación por escrito de Hamás de que el gobierno elegido tendría libertad de acción en Gaza después de las elecciones.
Según el informe, Rudeineh dijo que los árabes estaban a favor de una propuesta de paz respaldada por los árabes, que se centra en la retirada de Israel de los “territorios ocupados” y en el establecimiento de un Estado palestino con el este de Jerusalén como capital. A cambio, los Estados árabes normalizarían las relaciones con Israel. Rudeineh subrayó que los Estados árabes que normalizan los lazos con Israel “para nada” son inaceptables para los palestinos.
Rudeineh también expuso las posiciones que dijo que tenían Arabia Saudita, Egipto y Jordania: “El rey saudí Salman, el presidente egipcio Abdel-Fattah el-Sissi y la familia real jordana han dejado claro que apoyan la ‘solución de dos Estados’, el establecimiento de un Estado palestino con el este de Jerusalén como su capital y una paz justa que no perpetúe la ocupación”.
El ministro añadió que las relaciones entre EE. UU. y la Autoridad Palestina han sufrido un duro golpe cuando la administración de EE. UU. retiró de la mesa los “temas centrales” de Jerusalén y los “refugiados palestinos”. También dijo que el mundo árabe y musulmán está unido en la cuestión de Jerusalén, y que debería plantear un grito en los medios de comunicación árabes e internacionales y en diferentes idiomas para exponer las “provocaciones” israelíes.
Rudeineh afirmó que ningún plan o taller económico o cualquier iniciativa similar tenía posibilidades de éxito si no se discutían las cuestiones de Jerusalén y los “refugiados palestinos”. Argumentó que el único presidente de la Autoridad Palestina que podía celebrar negociaciones era Mahmoud Abbas.