El embajador ruso en Israel, Anatoly Viktorov, trató el jueves de calmar la creciente preocupación israelí por la cooperación de Moscú con Teherán tras la reciente compra y despliegue de drones iraníes contra Ucrania.
“Rusia no juega en contra de Israel y me gustaría confirmar que tenemos plena y totalmente en cuenta las legítimas preocupaciones de Israel en materia de seguridad”, respondió Viktorov al ser preguntado por la compra de drones durante una entrevista con Kan news.
Tanto Rusia como Irán han negado el despliegue de drones iraníes en Ucrania. Pero tanto Israel como Estados Unidos y Ucrania han afirmado que existen pruebas sólidas de su uso en numerosos atentados “suicidas”.
El enviado ruso también fue presionado sobre si Israel debería preocuparse de que Moscú ayude a Irán a obtener un arma nuclear, como sugirió recientemente el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky.
Viktorov rechazó la acusación, afirmando que Zelensky “dice muchas cosas ridículas”.
También sugirió que el líder ucraniano estaba intensificando su presión sobre Israel para que le proporcionara ayuda en el período previo a las elecciones a la Knesset de la próxima semana, “lo que [constituye] una injerencia en los asuntos internos [de Israel]”.
Viktorov calificó los lazos ruso-israelíes de “amistosos”, pero advirtió que una decisión de Israel de armar a Ucrania sería considerada “inamistosa” por Moscú.
“Cualquier movimiento serio que no tenga en cuenta el interés nacional de nuestro país podría no sólo afectar sino incluso destruir este espíritu de las relaciones entre nuestros países”, añadió.
Hasta ahora, Israel ha rechazado las peticiones ucranianas de armamento, al no querer quemar sus lazos con Rusia, que controla los cielos sirios en los que operan las FDI para atacar a las milicias iraníes de abajo.
Viktorov indicó que Israel pone al día a Rusia antes del anuncio de las nuevas políticas relativas a la guerra en Ucrania, pero declinó dar más detalles.
Preguntado por los esfuerzos de Moscú para cerrar la Agencia Judía de Rusia, Viktorov los calificó de “cuestión puramente legal”, sin dar más detalles.
Rechazó una pregunta sobre la seguridad de los ciudadanos judíos de Rusia, diciendo que “no hay razones para que los ciudadanos judíos de la Federación Rusa tengan miedo de nada. No hay un aumento del antisemitismo. No hay límites en sus derechos”.
Anteriormente, el jueves, el ex rabino jefe de Moscú, Pinchas Goldschmidt, pidió a los judíos rusos que huyeran del país después de que un alto funcionario de defensa ruso atacara al movimiento jasídico Jabad-Lubavitch como un culto supremacista.
En un artículo para el semanario gubernamental Argumenty i Fakty en el que se pedía la “desatanización” de Ucrania, el subsecretario del Consejo de Seguridad ruso Aleksey Pavlov había afirmado que el país albergaba cientos de cultos neopaganos, entre ellos la secta Jabad-Lubavitch.
Al parecer, el Consejo de Seguridad Nacional de Rusia trató de distanciarse del artículo, diciendo que se publicó sin su conocimiento y que no era representativo de la política oficial de Moscú.