Un alto representante de Emiratos Árabes Unidos expresó indignación por los disturbios ocurridos durante la Marcha de la Bandera en Jerusalén, evento que calificó como una exhibición de violencia y provocación extremista. La declaración surgió tras la inusual decisión de Abu Dhabi de convocar al embajador israelí para una severa reprimenda, en la que se exigió a Israel adoptar medidas firmes contra estas acciones.
La molestia emiratí se intensificó debido a la participación de un ministro israelí en la marcha, en un contexto marcado por la guerra en Gaza. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Emiratos Árabes Unidos protagonizó el encuentro más contundente con un diplomático israelí hasta la fecha, según una fuente cercana al asunto. Esta es la segunda ocasión en que el país del Golfo llama a un representante de Israel, y la primera desde el inicio de la guerra en Gaza.
A diferencia de otros aliados árabes de Israel, que han reducido sus vínculos durante la guerra, Emiratos Árabes Unidos ha mantenido una relación estable. El país conserva a su embajador en Tel Aviv, opera vuelos diarios a Israel y ha fortalecido la cooperación económica. Sin embargo, los sucesos de la marcha del lunes superaron los límites de la tolerancia de Abu Dhabi.
Durante el evento, los participantes atacaron verbal y físicamente a palestinos locales, además de destruir propiedades, salvo cajeros automáticos identificados como pertenecientes a judíos. Un grupo exhibió una pancarta que exigía la expulsión masiva de palestinos de Gaza. Varios ministros israelíes estuvieron presentes, y el primer ministro Benjamin Netanyahu pronunció un discurso en la ceremonia de cierre.
El comisionado de la policía israelí afirmó que no se realizaron arrestos significativos, con solo un puñado de participantes detenidos brevemente. Según él, los responsables de los disturbios representaron apenas el uno por ciento de los asistentes. Ningún miembro del gobierno israelí condenó los actos, que se han convertido en una constante en esta marcha anual.
Un funcionario emiratí subrayó que estos episodios no son aislados, sino que se repiten cada año sin consecuencias. En un tono firme, Abu Dhabi comunicó su expectativa de que Israel tome acciones decisivas para frenar esta situación. La advertencia incluyó un llamado a que las autoridades israelíes consideren seriamente esta demanda.