Arabia Saudita, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos, a principios de este mes, derribaron un esfuerzo para frenar la normalización árabe con Israel, según se informa.
Durante una reunión de la Unión de Parlamentos Árabes en Ammán, Jordania, el presidente de la Asamblea Nacional de Kuwait y el gobernante de facto del Estado rico en petróleo, Marzouq Al-Ghanim, propusieron una resolución final que pide al mundo árabe que retroceda en su avance hacia el Estado judío.
Según la agencia de noticias Shehab, afiliada a Hamás (a través de Middle East Monitor), el máximo representante de Arabia Saudita en la reunión rechazó los comentarios de Al-Ghanim con respecto a la normalización con Israel, y exigió que se eliminen de cualquier resolución resultante de la conferencia.
Los representantes egipcios y de los Emiratos Árabes Unidos también rechazaron cualquier retórica hostil contra Israel.
En una historia relacionada, se dice que Omán arrestó a varios activistas de las redes sociales que criticaron el hecho de que el Estado del Golfo se haya acomodado en Israel en los últimos meses.
A fines del año pasado, el primer ministro Benjamin Netanyahu fue invitado a visitar Omán, donde él y el sultán Qaboos bin Said al Said hablaron cordialmente de las renovadas relaciones entre sus dos países.
La Fundación Skyline Internacional informó recientemente que Omán se está tomando muy en serio la normalización con Israel, llegando incluso a silenciar por la fuerza a las voces disidentes. El grupo internacional, que controla las violaciones de la libertad de expresión, condenó a Omán por «desaparecer» a los activistas de las redes sociales que habían rechazado públicamente la normalización con Israel en publicaciones en Facebook y Twitter.