Israel pedirá a la administración Biden que continúe la cooperación de EE.UU. en un esfuerzo por evitar las medidas adoptadas contra el Estado judío por el Tribunal Penal Internacional de La Haya.
El periódico Israel Hayom informó de que la primera medida en la que Jerusalén tratará de trabajar conjuntamente con la nueva administración es la de coordinar la selección del próximo fiscal jefe del tribunal en las próximas semanas.
La actual fiscal, Fatou Bensouda, ha ejercido su cargo durante los últimos nueve años y se espera que deje su puesto en las próximas semanas. En los últimos años, ella y la Corte Penal Internacional han sido objeto de sanciones muy duras por parte de la administración Trump, tras su decisión de investigar a soldados estadounidenses e israelíes.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su administración aún no se han pronunciado sobre cómo responderán a las acciones del tribunal.
A diferencia de los anteriores fiscales jefe del tribunal, que investigaban principalmente crímenes de guerra en países del tercer mundo, Bensouda mantuvo que todos los crímenes contra la humanidad debían ser investigados, incluso los presuntamente cometidos por las superpotencias. Examinó los cargos atribuidos a soldados británicos y estadounidenses. En el caso de Israel, instruyó a la Autoridad Palestina sobre cómo ser admitida en el tribunal, promovió las quejas de la AP y rechazó todos los argumentos que Israel presentó.
Por una razón desconocida, los jueces del Tribunal de La Haya se han abstenido durante mucho tiempo de publicar su decisión de autorizar la apertura de una investigación contra israelíes acusados de crímenes de guerra.
El propio tribunal apoya la medida, pero muchos países importantes de todo el mundo han apelado al tribunal para evitarla, y esta puede ser la razón del retraso.
Otra posibilidad es que el tribunal haya estado esperando un cambio de gobierno en EE.UU., y ahora que Trump no está en el panorama los jueces no tendrán miedo de adelantar movimientos contra Israel y EE.UU.