Israel critica la postura de Rusia por su reciente interacción con Hamás, cuestionando la falta de condena y la percepción de legitimación del terrorismo.
El domingo, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel convocó a Anatoly Viktorov, embajador ruso, expresando objeciones sobre las acciones de Moscú relacionadas con Hamás. La queja se centró en la ausencia de una condena explícita de Rusia hacia Hamás y su actitud en foros internacionales, según se comunicó.
Esta convocatoria fue una respuesta a la acogida de Rusia a miembros de Hamás la semana anterior. Se destacó que la iniciativa de Moscú de permitir diálogos con Hamás, implicados directamente en ataques terroristas y secuestros, representa una postura que Israel interpreta como un aval al terrorismo.
Simona Halperin, subdirectora de la División Euroasiática, enfatizó la gravedad de este asunto durante su encuentro con Viktorov. Las acciones criticadas incluyen el encuentro reciente entre el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Mijail Bogdanov, y representantes de Hamás, que también contó con la presencia de Ali Bagheri Kani, representante de Irán, principal soporte del grupo terrorista.
El motivo de la reunión en Moscú, según Hamás, era analizar la situación bélica con Israel y explorar medios para contrarrestar “los crímenes sionistas respaldados por Estados Unidos y Occidente”.
La postura de Rusia, albergando a miembros de Hamás, provocó censuras por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí. Este hecho añade tensión a la relación entre Jerusalén y Moscú, dada la percepción de declaraciones antagónicas por parte rusa en el marco del conflicto en Gaza. Estas circunstancias han sido confirmadas por fuentes del Ministerio a The Times of Israel.
En conversaciones recientes, un representante de Israel expresó descontento ante un funcionario de Rusia respecto a la actuación de este país en la guerra contra Hamás. Israel espera que Moscú asuma una posición más neutral, informó el ministerio.
Moscú propuso recientemente una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU para un cese al fuego, notable por la ausencia de una mención directa a Hamás. Esta omisión ocasionó votos contrarios de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y otras naciones. Aunque Rusia ha reconocido el derecho de Israel a defenderse, también ha acusado al país de tácticas severas en su trato con Hamás.
Israel, por su parte, ha declarado su intención de desmantelar la estructura de poder de Hamás en Gaza, un territorio bajo el control de Hamás desde 2007. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han estado activas en Gaza, atacando áreas conocidas por albergar operaciones de Hamás, con una política declarada de minimizar bajas civiles.
Desde el 7 de octubre, Hamás y entidades terroristas afines han intensificado sus ataques con cohetes contra regiones meridionales y centrales de Israel, provocando asesinatos y numerosas lesiones. Esta escalada de violencia ha obligado al desplazamiento de cerca de 200,000 israelíes. Paralelamente, Israel ha enfrentado ofensivas de Hezbolá, organización terrorista originaria de Líbano, que ha perpetrado bombardeos con cohetes tanto en el sur como en el norte del país.
En este contexto, Rusia, a pesar de sus lazos con Hamás, ha buscado un papel diplomático, intentando la liberación de rehenes en Gaza, incluidos ciudadanos rusos.
Mientras tanto, el Ministerio de Sanidad de Gaza, bajo control de Hamás, anunció recientemente más de 8,000 muertes desde el comienzo de la guerra, un número que incluye niños. Estas estadísticas, proporcionadas por Hamás, no han sido verificadas independientemente, y se sospecha que cuentan a terroristas de Hamás y víctimas de cohetes fallidos lanzados por islamistas palestinos hacia Israel que terminaron impactando en Gaza.