Israel apoyará los esfuerzos por realizar una evaluación independiente de la respuesta internacional a la pandemia de COVID-19, incluido un estudio sobre el origen del nuevo coronavirus.
La propuesta, que fue condenada por China como un intento por culparlo, ha recibido el apoyo de más de la mitad de los Estados miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y se debatirá esta semana en el órgano de formulación de políticas de la agencia de salud de la ONU, que se llevará a cabo este año.
La Unión Europea ha desarrollado un proyecto de resolución con docenas de países como copatrocinadores. Cuenta con el apoyo y se espera que se adopte a través de una votación en la Asamblea Mundial de la Salud.
Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores israelí dijo el lunes en The Times of Israel que Israel estaría entre los países que apoyan la resolución.
En la resolución se pide al Director General de la OMS que prosiga los esfuerzos para “identificar la fuente zoonótica del virus y la forma en que puede entrar en el cuerpo humano, incluida la posible función de los huéspedes intermediarios”, a fin de detener su propagación y “reducir el riesgo de que se produzcan acontecimientos similares”.
La propuesta también tiene por objeto iniciar “un proceso gradual de evaluación imparcial, independiente y exhaustiva” para “examinar la experiencia adquirida y las enseñanzas extraídas de la respuesta sanitaria internacional coordinada por la OMS en el marco del COVID-19”.
La investigación incluirá una evaluación del funcionamiento del derecho sanitario internacional y de las medidas de la OMS dentro del sistema de salud de las Naciones Unidas y tendrá por objeto “mejorar la prevención, preparación y capacidad de respuesta ante una pandemia mundial, incluso mediante el fortalecimiento … del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS”.
Se considera que Australia es un líder en la movilización del apoyo mundial al estudio, atrayendo críticas de China por haber vaciado los Estados Unidos e invitando a los chinos a boicotear las exportaciones y los servicios.
Algunos funcionarios estadounidenses acusan a China de tratar de ocultar el origen del patógeno y de no advertir al mundo sobre la enfermedad.
El Secretario de Estado de EE.UU. Mike Pompeo dijo a principios de este mes que hay “enormes pruebas” de que la pandemia se originó en un laboratorio de Wuhan, China. Se negó a decir si creía que el virus fue liberado intencionalmente.
En la apertura de la Asamblea Mundial de la Salud el lunes, el jefe de la ONU Antonio Guterres dijo que el mundo está pagando un “alto precio” por la falta de estrategias coordinadas para luchar contra el virus, llamando a los países que están arrastrando los pies o ignorando las directrices de salud.