Israel está buscando avanzar en un proyecto del Mar Rojo-Mar Muerto, que se ha estancado durante mucho tiempo, como un medio para mejorar sus relaciones con Jordania, informó el viernes Haaretz.
El informe dijo que los funcionarios israelíes creen que las repetidas demoras en la implementación del proyecto son un factor central en las tensiones en curso entre Jerusalén y su vecino, quien sufre de una grave escasez de agua que podría ser aliviada por el canal.
De acuerdo con el plan, una planta de desalinización en Jordania proporcionará agua potable muy necesaria para la región, mientras que su salmuera (agua muy salada que queda del proceso de desalinización) se bombeará hacia el norte hasta el Mar Muerto para reponer el lago que se está secando y encogiendo, Mientras que también produce energía verde a través del uso de turbinas de agua.
Pero durante mucho tiempo se ha retrasado por obstáculos burocráticos, dificultades financieras y objeciones ambientalistas, así como por tensiones diplomáticas entre los países. Los retrasos han provocado la ira de Ammán, que al parecer ha exigido respuestas sobre si Israel todavía está comprometido con su implementación.
Los funcionarios ahora están considerando la posibilidad de redefinir el proyecto como uno con implicaciones de seguridad, a fin de ayudar a evitar la burocracia, abrir nuevas posibilidades de financiamiento y facilitar la victoria contra las peticiones ambientalistas esperadas.

Jordania anunció a principios de este mes que Amman no renovará un acuerdo para arrendar dos parcelas de tierra en la frontera con Israel para uso agrícola, lo que ha hecho durante los últimos 24 años como parte de un anexo del histórico tratado de paz entre las naciones firmadas en 1994.
Jordania ha dicho que la decisión no afectará el acuerdo de paz de décadas entre los países, que busca calmar los temores en Jerusalén de que los lazos podrían ser degradados.
Los funcionarios en Jerusalén expresaron temores de que la medida señalaba el deseo de Jordania de reducir efectivamente las relaciones diplomáticas con Israel, y muchos lo vieron como un reflejo de la intensa presión doméstica de un público que aún en gran parte considera a Israel como un enemigo.
Con el anuncio, las partes ahora tienen un año para negociar el fin del contrato de arrendamiento. Mientras que el primer ministro Benjamin Netanyahu había indicado que presionaría para que Amman revirtiera la decisión, el ministro de Relaciones Exteriores de Jordania, Ayman Safadi, dijo que el único punto sobre la mesa era el mecanismo para cancelar el acuerdo.
Las tensiones entre Israel y Jordania se han incrementado en los últimos meses por temas como el estado en disputa de Jerusalén y sus lugares sagrados, el estancamiento de las conversaciones de paz en el Medio Oriente y el asesinato el año pasado de dos ciudadanos jordanos por parte de un guardia de la embajada israelí en Ammán, lo que provocó una crisis diplomática.