El ministro de Asuntos Exteriores, Gideon Sa’ar, afirmó en Bruselas ante sus homólogos europeos que Israel contempla prolongar el alto el fuego en Gaza solo si el grupo terrorista Hamás libera más rehenes.
En reuniones con los ministros de Asuntos Exteriores de Hungría, Rumania, Bulgaria, Finlandia y Eslovaquia, Sa’ar destacó que sin la liberación de los secuestrados, la tregua no se extenderá. Aseguró que el gobierno israelí sigue comprometido con la recuperación de los rehenes y con los objetivos bélicos establecidos, entre ellos, la eliminación de las capacidades militares y gubernamentales de Hamás, así como la seguridad de que Gaza deje de representar una amenaza.
En la capital belga, Sa’ar asistió al Consejo de Asociación anual, primera reunión del organismo con Israel desde 2022. El encuentro con los 27 ministros de Exteriores de la UE se centró en la crisis humanitaria en Gaza, la relación israelí-palestina y la evolución de la región tras la reciente tregua y el acuerdo de rehenes.
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Durante la sesión, Sa’ar pidió un diálogo productivo y se anticipó a posibles críticas en medio del debate sobre el papel de la UE en la reconstrucción de Gaza. Esto ocurre luego de que el presidente estadounidense Donald Trump anunciara un plan para tomar el control del enclave y reubicar a su población de manera permanente.
En la agenda europea figuraba, además, la reafirmación del compromiso con la seguridad de Israel y la exigencia de que los desplazados de Gaza puedan regresar con garantías a sus hogares, según un borrador filtrado por Reuters. Esta postura supone un rechazo a la propuesta de Trump, la cual Sa’ar ha defendido como una posible solución al “fracaso” del enclave gobernado por Hamás.
Respecto a un posible control de la Autoridad Palestina (AP) sobre Gaza tras la guerra, el ministro israelí exigió a la UE que elimine la propaganda antiisraelí del sistema educativo palestino.
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Antes de la reunión, los miembros de la UE negociaron un documento de consenso que, aunque destaca la cooperación con Israel, también plantea preocupaciones sobre su actuación en la guerra.
En declaraciones previas, Sa’ar manifestó su interés en un diálogo franco y sin restricciones, aunque advirtió que Israel rechaza críticas que impliquen deslegitimación, demonización o dobles estándares. Señaló que, dentro del bloque europeo, existen aliados cercanos y otros menos favorables, pero que la reunión reflejó la intención de normalizar relaciones.
A través de un comunicado en X, Sa’ar informó sobre su encuentro con la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, a quien insistió en la necesidad de frenar la incitación contra Israel en la educación palestina. Subrayó que la UE debe asegurarse de que sus fondos no financien esos contenidos, calificando a Metsola como una “auténtica amiga de Israel”.
El gobierno israelí ha denunciado reiteradamente a la AP por fomentar el terrorismo mediante su programa educativo y por otorgar compensaciones económicas a terroristas presos y a las familias de atacantes muertos. Si bien la AP anunció que estos pagos serán reemplazados por ayudas sociales basadas en necesidad, el presidente Mahmoud Abbas prometió seguir financiando a los “mártires”, lo que ha generado dudas sobre la efectividad del cambio.
Además, Sa’ar instó a la UE a aplicar sanciones existentes contra Irán y a considerar nuevas medidas punitivas.
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La guerra en Gaza, que estalló tras la incursión terrorista de Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, ha dividido a la UE. Mientras Alemania, Hungría e Italia han respaldado a Israel, España, Irlanda y Eslovenia han condenado la devastación en la Franja.
En febrero de 2024, los gobiernos español e irlandés solicitaron a la Comisión Europea que evaluara si Israel cumple con sus compromisos en derechos humanos, según el Acuerdo de Asociación UE-Israel del 2000.
Pese a la oposición israelí, España, Irlanda y Eslovenia reconocieron el año pasado el Estado palestino y apoyaron la denuncia de Sudáfrica contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia por presunto genocidio. En respuesta, Sa’ar ordenó el cierre de la embajada de Israel en Irlanda en diciembre, tras asumir su cargo.
Israel rechaza categóricamente la acusación de genocidio, asegurando que sus ataques se dirigen exclusivamente contra terroristas y que busca minimizar bajas civiles, pese a que Hamás combate desde áreas pobladas, incluyendo viviendas, hospitales, escuelas y mezquitas.