Kuwait y Marruecos dieron el miércoles una respuesta positiva al plan del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para resolver el conflicto israelí-palestino, aunque aseguraron su apoyo a la aceptación de alguna propuesta de los palestinos.
Kuwait “aprecia mucho” la propuesta de Trump, dijo su ministerio de asuntos exteriores en una declaración citada por la agencia de noticias estatal, informó Reuters.
El aliado de los Estados Unidos en la región del Golfo subrayó que una solución de paz debe incluir un Estado palestino independiente, basado en las fronteras antes de que Israel obtuviera el control de Judea y Samaria en 1967.
Marruecos, también aliado de Estados Unidos, dijo en un comunicado de su Ministerio de Relaciones Exteriores que “aprecia” el plan de paz de Estados Unidos.
El ministerio dijo que “la aceptación de las partes… es… fundamental para la implementación y sostenibilidad del plan”, informó Reuters.
Marruecos espera “un proceso de paz constructivo” que ofrezca “una solución realista, aplicable, equitativa y duradera”, decía la declaración.
Trump reveló su tan esperado plan de paz en la Casa Blanca el martes. El plan concede a Israel mucho de lo que ha buscado en décadas de diplomacia internacional, a saber, el control de Jerusalén como su capital “indivisa”, en lugar de una ciudad para compartir con los palestinos. El plan también permite a Israel aplicar su soberanía en poblados judíos de Judea y Samaria.
Los palestinos rechazaron airadamente todo el plan.
“Este acuerdo de conspiración no pasará. Nuestro pueblo lo llevará al basurero de la historia”, dijo el presidente de la Autoridad Palestina Mahmoud Abbas el martes.
Muchos países occidentales y organismos internacionales dijeron que necesitaban tiempo para evaluar el plan, reiterando su apoyo al consenso internacional de larga data a favor de una solución de dos Estados para el conflicto sobre la base de las fronteras anteriores a 1967.
Y aunque la propuesta prevé un Estado palestino, está muy lejos de las esperanzas palestinas de un retorno de todos los territorios capturados por Israel durante la Guerra de los Seis Días en 1967.
Egipto, el primer país árabe que llegó a un acuerdo de paz con Israel, instó a israelíes y palestinos a estudiar detenidamente el plan, y Arabia Saudita expresó su apoyo a la reanudación de las negociaciones. La Unión Europea dijo que necesitaba estudiar el plan más detenidamente.
Los Emiratos Árabes Unidos lo calificaron de “importante punto de partida”, mientras que Jordania reaccionó con frialdad al plan, diciendo que seguía comprometida con una solución de dos Estados basada en las líneas de Israel anteriores a 1967. También dijo que rechazaba toda medida unilateral de Israel, refiriéndose al plan de anexión.
Mientras tanto, Qatar acogió con beneplácito la iniciativa, pero destacó su apoyo a un Estado palestino “que incluya al este de Jerusalén” como su capital.
Tanto el Irán como Turquía rechazaron la propuesta. El Líder Supremo iraní Ali Khamenei calificó el plan de “satánico” y prometió que nunca se aplicaría, mientras que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, lo declaró “absolutamente inaceptable”.
El primer ministro Benjamín Netanyahu, que estuvo al lado de Trump en la Casa Blanca cuando el líder de los Estados Unidos presentó el plan, declaró inmediatamente su apoyo al plan.