Mientras Irán y las potencias mundiales parecen acercarse a la renovación del acuerdo nuclear, el primer ministro Yair Lapid aún no ha expresado su oposición al acuerdo a los dirigentes estadounidenses.
Fuentes en Jerusalén y Washington dicen que se espera que Lapid hable con el presidente Biden y le presente su posición, pero por el momento no se ha fijado una fecha para la conversación. Lapid tampoco ha hablado con el Secretario de Estado Antony Blinken, con quien conversó a menudo en el pasado. Blinken es uno de los mayores defensores del pacto.
Uno de los funcionarios aseguró que los dirigentes hablarán del asunto en algún momento, y subrayó que altos funcionarios de la administración, como el consejero de Seguridad Nacional Jake Sullivan, se reunieron con el ministro de Defensa Benny Gantz y con el consejero de Seguridad Nacional Eyal Hulata, que están de visita en Washington.
Gantz se reunió con Sullivan el viernes, durante el cual ambos discutieron el acuerdo nuclear e “intercambiaron puntos de vista sobre las formas de profundizar la asociación de seguridad entre EE.UU. e Israel” y “el compromiso de EE.UU. para garantizar que Irán nunca obtenga un arma nuclear”.
El ministro de Defensa subrayó que Israel se opone al incipiente acuerdo y destacó varios aspectos cruciales para evitar que la república islamista desarrolle armas nucleares. También señaló la importancia de mantener y promover una capacidad operativa ofensiva y defensiva fiable frente a la amenaza iraní.
Al mismo tiempo, dejó claro que Israel no está obligado por el acuerdo y se reserva la libertad de acción para protegerse.
Las partes entienden que, aunque se renueve el pacto, EE.UU. e Israel seguirán aunando esfuerzos contra Irán.
“Una amenaza militar tiene un peso enorme que puede crear disuasión incluso si hay un acuerdo nuclear en vigor”, dijo un funcionario.