NUEVA YORK – Durante su reunión del jueves, el primer ministro Benjamin Netanyahu y el presidente ruandés Paul Kagame acordaron abrir embajadas en los respectivos países, dijo Netanyahu el viernes. Con el tiempo, dijo, esperaba que la embajada se instalara en Jerusalén.
El primer ministro le dijo a los reporteros israelíes que viajan con él hacia los Estados Unidos que Ruanda también quiere abrir una línea de vuelo directo entre Kigali y Tel Aviv.
Los dos líderes se reunieron al margen de la Asamblea General de la ONU para discutir amenazas regionales, incluida la planteada por Irán.
También discutieron la situación en el “Cuerno de África” y el acuerdo de paz entre Etiopía y Eritrea. Al parecer, Netanyahu solicitó la ayuda de Kagame para afianzar lazos diplomáticos con otros países africanos.
En abril, Ruanda negó haber llegado a un acuerdo con Israel para recibir a los solicitantes de asilo deportados, respondiendo a la afirmación de Netanyahu de que se había retractado de un acuerdo en el que había trabajado durante dos años.
Netanyahu dijo en ese momento que había estado «trabajando con Ruanda para que sirviera como un tercer país para absorber» a los migrantes deportados.
Hizo el reclamo después de congelar un acuerdo con la agencia de la ONU para los refugiados que habría visto a miles de migrantes africanos con estatus temporal en Israel y otros deportados a países occidentales. El acuerdo con la ONU, que debía reemplazar el acuerdo de deportación descartado con Ruanda, fue retirado por el primer ministro horas después de que él lo anunciara, en medio de las feroces críticas de parte de su base derechista.
Hasta el momento, no se ha alcanzado ninguna alternativa a ese trato descartado. Pero Netanyahu dijo el viernes que él y Kagame discutieron el tema el jueves.