“La Unión Europea está discriminando a Israel”, declaró un alto diplomático israelí en un documento de posición presentado el jueves al Instituto Mitvim de Políticas Exteriores Regionales.
El ex jefe de la División Europea del Ministerio de Asuntos Exteriores y embajador israelí en Noruega, Raphael Schutz, escribió que “en otras disputas territoriales, como el Sahara español y el norte de Chipre, los países europeos y sus enviados a Bruselas no invierten la misma energía, tiempo y pensamiento que en promover el boicot de los bienes producidos en los asentamientos israelíes”.
La Unión Europea, continuó, solo recientemente aprobó el acuerdo de cielo abierto con Israel, que aparentemente contradice sus principios en relación con el Estado judío, y lo hizo solo porque el acuerdo está en línea con los intereses actuales de Bruselas.
“La UE es inconsistente. Cuando les conviene, los funcionarios europeos se han abstenido de adoptar un enfoque ideológico hacia Israel al redactar el acuerdo de cielo abierto, entendiendo que tiene considerables beneficios económicos para ellos”, escribió Schutz.
El veterano diplomático agregó que “es imposible obtener una declaración definitiva de Bruselas sobre el derecho de Israel a existir como el Estado-nación del pueblo judío, y no ha salido en rechazo a la [demanda palestina de] el ‘derecho al retorno’”.
Esta falta de claridad mientras que la Unión Europea ha adoptado plenamente las posiciones de los palestinos con respecto al conflicto regional, especialmente en lo que se refiere a los aspectos territoriales.
“La política de la Unión Europea sobre la cuestión israelí-palestina es clara y decisiva en lo que respecta a los aspectos territoriales, sobre los que la Unión Europea se alinea con la posición palestina. Sin embargo, cuando se trata de las posiciones israelíes -incluso aquellas a las que no se opone en principio- la Unión Europea es menos clara o decisiva”, continuó Schutz.
El documento de Schutz fue escrito en respuesta a un documento de Mitvim, en el que el think tank explica por qué la llamada “política de diferenciación” que la Unión Europea practica con respecto a Judea y Samaria, en relación con las zonas israelíes dentro de la Línea Verde, no constituye un boicot contra Israel.
Pero mientras Mitvim argumentaba que la “política de diferenciación de la Unión Europea entre el Israel soberano y los territorios [palestinos] es fundamentalmente diferente del movimiento de BDS”, Schutz argumenta que es un resultado directo de la presión del movimiento de BDS.
Además, señaló que las medidas punitivas de la Unión Europea contra las exportaciones israelíes de Judea y Samaria perjudican a la economía israelí en su conjunto y son una peligrosa puerta de entrada a los boicots oficiales, que también perjudican a los palestinos empleados por las empresas israelíes en Judea y Samaria.
“No podemos ignorar el ‘elefante en la sala’, esta política está sustancialmente influenciada por la continua presión política de elementos radicales, incluyendo el movimiento BDS”, dijo Schutz.