Mientras los Emiratos Árabes Unidos y Bahrein se preparaban para firmar un acuerdo para normalizar las relaciones diplomáticas con Israel este verano, Arabia Saudita los instó discretamente, según un informe de The Guardian.
Durante varios meses antes de que se firmaran los acuerdos en la Casa Blanca, el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, había estado exponiendo sus motivos para un pacto que anularía las políticas regionales hacia el enemigo a largo plazo, Irán.
Según The Guardian, mientras que un pacto entre Israel y Arabia Saudita se está acercando, es poco probable que el príncipe Mohammed le dé a Trump lo que sería su mayor logro en política exterior antes de las elecciones de los Estados Unidos, declararon tres fuentes cercanas a la corte real.
En cambio, es probable que el Reino continúe con su papel de instar a los aliados regionales a cruzar la línea, efectivamente en su nombre. Sudán y Omán son firmes favoritos para llegar a un acuerdo antes de que termine el año, pero Arabia Saudita y Kuwait es probable que esperen el momento oportuno y esperen premios más grandes.
En su discurso ante la asamblea general de las Naciones Unidas el miércoles, el rey saudí Salman se ciñó al guion de la Iniciativa de Paz Árabe de 2002, patrocinada por Arabia Saudí, que se había visto como un modelo hasta hace pocos años.
Sin embargo, según The Guardian, el Príncipe Heredero saudí ve la región a través de un lente diferente al de sus predecesores, viendo el expansionismo iraní como una mayor amenaza a la estabilidad que el fracaso de siete décadas para lograr un acuerdo de paz entre Israel y los árabes palestinos. Según dos fuentes familiarizadas con el pensamiento del Príncipe Mohammed, sus puntos de vista han sido muy influenciados por el yerno de Trump, Jared Kushner, desde que ambos se conocieron en el 2017.
“Kushner era tan transaccional como su suegro”, señaló una fuente saudí. “Él era todo acerca de los pagos de los usuarios; si apoyas una causa, o a una persona, ellos tienen que apoyarte. Era un lenguaje que MBS entendía y él perdía poco tiempo aplicándolo a las nuevas posiciones saudíes en Palestina y Líbano, que se habían convertido en una carga interminable”.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, mencionó a los reporteros la semana pasada que muchos más países están en camino de alcanzar nuevos acuerdos de paz en Medio Oriente.
Cuando se le preguntó si esperaba que Arabia Saudita siguiera el ejemplo, Trump respondió: “Sí. Hablé con el rey de Arabia Saudita”. Añadió que el movimiento llegaría “en el momento adecuado”.
El presidente anunció recientemente que esperaba que Arabia Saudita se uniera al acuerdo entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos. Un alto miembro de la familia real saudí resaltó más tarde que el precio de Arabia Saudí para normalizar las relaciones con Israel es la creación de un Estado Palestino soberano con Jerusalén como capital.
El Rey Salman reiteró esa posición durante una reciente conversación con Trump, señalando que no habría normalización con Israel sin un Estado palestino.