El miércoles, el senador republicano de Estados Unidos, Lindsey Graham, afirmó haber conversado con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y considera que existe la posibilidad de llegar a un acuerdo que normalice las relaciones entre Israel y Arabia Saudita antes de que concluya el año.
Graham, actualmente en Michigan apoyando la candidatura presidencial de Donald Trump, comentó a Reuters que Netanyahu mostró su respaldo a los esfuerzos por establecer un acuerdo con Arabia Saudita. Además, advirtió que la próxima administración estadounidense podría enfrentar dificultades para obtener los votos necesarios en el Congreso, una vez que el presidente Joe Biden termine su mandato el 20 de enero.
“Creo que el momento para hacer esto es durante la presidencia de Biden”, expresó Graham, quien se había reunido previamente con Netanyahu a principios de este mes.
El senador también señaló que la vicepresidenta Kamala Harris es “mucho más sujeta a la izquierda” y que no ha demostrado interés en facilitar un acuerdo de este tipo. En contraste, aseguró que Biden está interesado en la concreción del pacto y tiene la capacidad de movilizar los votos demócratas requeridos.
La normalización de las relaciones entre Israel y Arabia Saudita representaría una extensión de los Acuerdos de Abraham, que se firmaron durante la presidencia de Trump. Dichos acuerdos resultaron en la normalización de relaciones entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Marruecos.
Harris dice que apoya integración de Israel en Medio Oriente

Morgan Finkelstein, portavoz de Seguridad Nacional de la campaña de la vicepresidente Harris, afirmó: “La vicepresidenta Harris ha apoyado de manera consistente los esfuerzos para asegurar que Israel esté más profundamente integrado en la región de Medio Oriente, incluyendo un posible acuerdo histórico de normalización con Arabia Saudita. Ella cree que tal integración es fundamental para contrarrestar las amenazas que representa Irán”.
Graham señaló que los demócratas tendrían reservas para respaldar a Trump en caso de que él resultara elegido y la iniciativa se retrasara para el año siguiente.
La administración Biden había estado llevando a cabo negociaciones para establecer un acuerdo de normalización entre Israel y Arabia Saudita, que incluiría garantías de seguridad de Estados Unidos para Arabia Saudita, además de otros acuerdos bilaterales entre Washington y Riad.
Sin embargo, esos esfuerzos se encontraron con obstáculos tras el ataque de Hamás el 7 de octubre en Israel, el cual se saldó con más de 1,200 muertes de israelíes y ciudadanos extranjeros, la mayoría de ellos civiles, además de la toma de 251 rehenes en Gaza.
Funcionarios saudíes insisten en solución de dos Estados

Los funcionarios de Arabia Saudita han mantenido de manera consistente que la normalización de las relaciones con Israel solo se llevará a cabo si existe un camino creíble hacia una solución de dos Estados. A principios de este año, el ministro de Relaciones Exteriores saudí, el príncipe Faisal bin Farhan, afirmó que “la normalización y la verdadera estabilidad solo llegarán a través de… dar a los palestinos un estado”.
El senador Graham mostró optimismo respecto a la posibilidad de alcanzar una solución viable de dos estados que garantice la creación de un Estado palestino desmilitarizado que no represente una amenaza para Israel. “Estamos avanzando en la dirección correcta”, comentó, añadiendo que esperaba que el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, apoyara esta iniciativa, ya que la falta de un acuerdo podría socavar sus objetivos económicos.
Además, Graham mencionó que se presenta una “oportunidad enorme” para establecer un alto el fuego en Líbano, en vista de los ataques de Israel a líderes de Hezbolá. No obstante, destacó que asegurar una paz duradera en la región también requeriría un plan de reconstrucción para Gaza tras la guerra y para la Ribera Occidental, un proceso que, según él, debería ser liderado por Arabia Saudita y otros países árabes.