El reconocimiento por parte de Israel de Kosovo como un país independiente tensará las relaciones con Serbia, a pesar de estar en el marco de los acuerdos que los países balcánicos firmaron en la Casa Blanca, una fuente cercana al presidente serbio Aleksandar Vučić dijo a The Jerusalén Post el miércoles.
“Serbia no trasladará su embajada a Jerusalén si Israel reconoce a Kosovo como un país independiente”, según la fuente, que conoce de cerca los acuerdos firmados en Washington. “Además, este movimiento de Israel dañaría la relación, por lo demás íntima, entre Israel y Serbia y nunca será lo mismo. Es así de simple”.
La fuente añadió que “muchos han argumentado que el hecho de que Israel reconociera Kosovo sería como si los países reconocieran unilateralmente a ‘Palestina’”.
Kosovo declaró su independencia de Serbia en 2008, pero Belgrado lo considera una zona autónoma. Israel no reconoció a Kosovo durante más de un decenio, por temor a dañar los fuertes vínculos con Serbia y a sentar un precedente de reconocimiento de un Estado palestino.
Serbia y Kosovo firmaron acuerdos separados con los EE.UU. al mismo tiempo, sentados en lados opuestos del presidente de EE.UU. Donald Trump en la Oficina Oval el viernes. Los acuerdos permitirían mayores lazos económicos entre los países. Los críticos han dicho que el contenido de los acuerdos no hace avanzar los lazos entre Serbia y Kosovo, y consiste en acciones que ya se comprometió a tomar en las conversaciones mediadas por la UE.
Además, el acuerdo con Kosovo establece que Israel normalizará los lazos con el país de mayoría musulmana, que abrirá una embajada en Jerusalén.
El acuerdo con Serbia decía que ellos también abrirían una embajada en Jerusalén. A principios de este año, Serbia anunció que abriría una oficina comercial en la capital.
Tanto Serbia como Kosovo buscan unirse a la Unión Europea, y Serbia ya ha comenzado las negociaciones al respecto. Un portavoz de la UE dijo el lunes, en relación con los acuerdos, que “cualquier paso diplomático que pueda cuestionar la posición común de la UE sobre Jerusalén es un asunto de seria preocupación y lamentación”.