Sudán puso en duda el martes la pronta normalización de los vínculos históricamente hostiles con Israel, un día después de que funcionarios israelíes dijeran que los líderes de ambos países se habían reunido y estaban trabajando para lograr ese objetivo.
El gabinete de Sudán discutió el martes esa reunión, de la cual dijo que aún no había sido informado. También convocó a los líderes de las Fuerzas para la Libertad y el Cambio, una alianza que encabezó las protestas que derrocaron a Omar al-Bashir el año pasado, para realizar consultas, dijeron fuentes del FFC.
Las relaciones bilaterales nunca se han normalizado, y hacerlo así probablemente levantaría asperezas en Sudán y en el mundo árabe en general, especialmente en un momento en que el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu está promoviendo un nuevo plan de paz de Estados Unidos rechazado por los palestinos.
Pero Sudán también está ansioso por reconstruir el vínculo con el mundo exterior después de décadas de aislamiento bajo el islamista Bashir, y por ser eliminado de una lista de países considerados como estados patrocinadores del terrorismo por parte de Estados Unidos.
Funcionarios israelíes dijeron el lunes que Netanyahu se había reunido con el jefe del consejo soberano de Sudán, Abdel Fattah al-Burhan, durante dos horas en Uganda.
El portavoz del gobierno de Sudán dijo que los funcionarios estaban esperando “aclaraciones” sobre el regreso de Burhan.
Burhan es la figura de mayor rango en la primera fase de un acuerdo de reparto de poder entre los militares y los civiles que comenzó en agosto pasado, tras el derrocamiento de Bashir.
La inclusión en la lista de los Estados Unidos ha impedido la tan necesaria asistencia financiera internacional y la actividad comercial en el Sudán.
El Secretario de Estado de Estados Unidos Mike Pompeo agradeció a Burhan por teléfono “por su liderazgo en la normalización de los lazos con Israel”, dijo su portavoz el lunes, y Washington ha invitado a Burhan a visitarlo a finales de este año.
Yoav Gallant, un miembro del gabinete de seguridad israelí del partido Likud de Netanyahu, dijo en una entrada de Twitter después de la reunión del primer ministro con Burhan: “País tras país… quieren acercarse a Israel y mejorar los lazos. El poder israelí es la clave del éxito, no la humillación”.