NICOSIA, Chipre – La Unión Europea ha destinado 657 millones de euros (736 millones de dólares) a la construcción de un cable eléctrico submarino de 2.000 megavatios que unirá las redes eléctricas de Israel, Chipre y Grecia, según declaró el jueves la ministra chipriota de Energía, Natasa Pilides.
Pilides dijo que el dinero -del Mecanismo “Conectar Europa” de la UE, que financia proyectos de infraestructura- permitirá a los equipos empezar a construir el segmento del cable que conectará Chipre con Creta, cuyo coste total se estima en unos 1.600 millones de euros (1.800 millones de dólares). Se espera que las negociaciones para transferir los fondos concluyan este verano.
Pilides dijo que, más allá del peso geopolítico del proyecto, éste garantizará la seguridad energética de Chipre, impulsará la competitividad en el sector del suministro eléctrico y ayudará a la nación insular a transitar más fácilmente hacia una economía verde.
Con la finalización del cable, se espera que fluyan más inversiones en fuentes de energía renovables que mejoren la combinación energética de Grecia, Chipre e Israel. Pilides dijo que un estudio muestra que el cable, en combinación con las instalaciones de almacenamiento de energía, podría impulsar el uso de fuentes de energía renovables en Chipre por encima del 50% para 2030.
Pilides y sus homólogos griego e israelí firmaron el pasado mes de octubre un acuerdo para acelerar los trabajos técnicos del cable, denominado “Interconector de Eurasia”.
El acuerdo pretendía agilizar los permisos y las aprobaciones para los estudios de viabilidad y ayudar a los coordinadores nacionales de electricidad de los tres países a cooperar sobre la mejor manera de avanzar. Se espera que la primera fase del cable esté terminada en 2025.
La idea de un cable eléctrico parece haber sustituido a los planes de conexión por gasoducto entre los tres países para transportar el gas de los yacimientos existentes y potenciales de Chipre y Egipto a Europa a través de Grecia.
El apoyo al llamado proyecto de gasoducto del Mediterráneo Oriental ha disminuido debido a las dudas sobre su viabilidad y su impacto negativo en el medio ambiente.
El presidente chipriota, Nicos Anastasiades, declaró la semana pasada que los estudios sobre la viabilidad del gasoducto siguen en marcha, pero que existen otras alternativas para llevar el gas a los mercados.
Una de las opciones más probables es transportar el gas chipriota a las plantas de procesamiento egipcias, donde se licuaría para su exportación por barco.