El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, dijo el jueves por la noche que había vuelto a hablar con el primer ministro de Israel, Naftali Bennett, que ha estado intentando mediar para poner fin a las hostilidades tras la invasión rusa de Ucrania.
En un discurso nocturno, Zelensky dijo que había mantenido llamadas con varios líderes mundiales, entre ellos Bennett y el primer ministro británico Boris Johnson.
“Todas las conversaciones y discursos son para que Rusia entienda una cosa: tenemos que alcanzar la paz. Rusia también debe querer la paz”, dijo.
No ofreció detalles concretos sobre su llamada con Bennett.
No hubo confirmación inmediata por parte de Israel de la conversación, que se produjo varios días después de que Zelensky se dirigiera el domingo a los legisladores de la Knesset, en un discurso en el que lamentó el escaso apoyo de Jerusalén.

Sin embargo, Zelensky cambió de táctica tras el discurso, diciendo que estaba “agradecido” por los esfuerzos de mediación de Bennett. El jueves, su jefe de gabinete también elogió la mediación israelí y dijo que Kiev considera Jerusalén “uno de los lugares prioritarios” para una reunión entre el presidente ucraniano y su homólogo ruso Vladimir Putin.
La última llamada telefónica entre Zelensky y Bennett se produjo un día después de que el primer ministro hablara también con Putin.
Bennett ha mantenido llamadas tanto con Putin como con el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, ya que ha intentado aprovechar los vínculos de trabajo de Israel con ambos países para ayudar a mediar en un alto el fuego que ponga fin a la guerra. Incluso viajó a principios de este mes a Moscú, donde se convirtió en el primer líder extranjero en reunirse en persona con Putin desde que comenzó la invasión el 24 de febrero.
Al parecer, el primer ministro ha pedido a sus colaboradores que preparen el terreno para un posible viaje a Kiev si se producen suficientes avances en las negociaciones que justifiquen dicha cumbre.
Bennett ha tratado de evitar un alineamiento demasiado estrecho con Ucrania por temor a que se corra el riesgo de estropear los vínculos de Israel con Rusia, que controla el espacio aéreo sobre Siria. Israel necesita coordinarse con Moscú en sus operaciones para atacar a los apoderados iraníes en el país.