Un ataque cibernético ha afectado varios sistemas de riego y tratamiento de agua en la región de Galilea, Israel, generando preocupación entre los agricultores y poniendo en alerta a las autoridades de seguridad.
Ataque cibernético y daños
El ataque ha impactado a varios sistemas de control de riego en el Valle de Hula y a sistemas de control de la empresa Galilea Well Drillers. Desde la mañana, se han realizado esfuerzos para restablecer los sistemas afectados por el ataque, cuyo origen aún se desconoce.
Hace dos días, hubo una advertencia sobre un ataque planificado y los agricultores de la zona fueron informados. Algunos desconectaron la opción de control remoto de los sistemas y cambiaron a operación manual, evitando daños, mientras que aquellos que no lo hicieron resultaron afectados.
Advertencias previas
La semana pasada, la Autoridad Nacional de Ciberseguridad advirtió sobre un aumento en los intentos de ataques cibernéticos por parte de hackers antiisraelíes durante el mes de Ramadán.
Niv Yona, director de investigación en la empresa de ciberseguridad defensiva Cyberizen, declaró que en los últimos días se ha registrado un aumento en los ataques contra infraestructuras israelíes. Estos ataques son parte de la operación “OPIsrael”, que ocurre cada año en abril y es llevada a cabo por hackers antiisraelíes con el objetivo de dañar objetivos e infraestructuras críticas del país.
Infraestructuras críticas y riesgos
Según Yona, aunque las infraestructuras críticas están protegidas y cuentan con equipos de defensa sólidos, no son completamente inmunes. Cuando se produce una brecha en estas redes, el potencial de daño es considerable.
En este caso, el ataque ha afectado a miles de sistemas de control de agua en el Valle de Hula, con un impacto directo en el aspecto físico. Además de generar miedo y pánico, el ataque también tiene consecuencias en áreas agrícolas.
Respuesta y protección
Ante este tipo de amenazas, es fundamental que las autoridades de seguridad y los agricultores trabajen juntos para proteger las infraestructuras críticas. La cooperación y el intercambio de información permitirán una respuesta rápida y efectiva en caso de futuros ataques.