El coronel Ram Aminach, ex asesor económico del Jefe del Estado Mayor, calculó que la defensa contra el ataque iraní reciente costó al sistema de seguridad israelí entre 4 y 5 mil millones de shekels.
“Si consideramos misiles balísticos que requieren interceptación con el sistema Arrow, misiles de crucero y drones, enfrentamos costos significativos. Un misil Arrow cuesta 3,5 millones de dólares, mientras que una varita mágica o la honda de David cuesta un millón de dólares”, explicó Aminach en una entrevista con Ynet. Además, Aminach destacó la disparidad económica en los gastos de defensa comparados con los de ataque de Irán.
“Para los iraníes, el costo es menos del 10 por ciento de lo que a nosotros nos cuesta detenerlo. Mirando hacia el futuro, podrían realizar hasta 50 ataques similares en los próximos años. Por ello, es crucial evaluar cuánta defensa necesitamos. Con un presupuesto de 60 mil millones de shekels en 2023 para las FDI, necesitaríamos casi el doble para estar preparados”, señaló.
Aumentar presupuesto de defensa puede tener graves consecuencias para economía israelí
Yoel Neveh, ex economista jefe del Ministerio de Finanzas, argumentó que debe diferenciarse entre un ataque puntual y el impacto económico a largo plazo. “Este año representa un gasto único. Sin embargo, aumentar el presupuesto de defensa de forma permanente en 60,000 millones de shekels, más del 3% de la producción nacional, podría tener consecuencias muy graves para la economía israelí.
Esto podría llevarnos a una situación insostenible financiera y un aumento significativo en los gastos por intereses debido al crecimiento de la deuda”, explicó Neveh. Además, Neveh destacó que la fortaleza de Israel no solo se basa en sus capacidades tecnológicas, sino también en una economía fuerte y creciente.
“Imponer una carga tan grande de gastos de seguridad de forma prolongada podría afectar negativamente nuestro potencial de crecimiento económico”, concluyó.