El sector de la energía renovable experimentará una desaceleración en su crecimiento este año, pero se recuperará y volverá a crecer el próximo año, según un nuevo informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
Este será el primer año en dos décadas en el que se reducirá la nueva capacidad de energía solar y eólica, dijo la AIE, señalando que la industria ha mostrado hasta ahora una gran capacidad de resistencia a la pandemia.
Sin embargo, muchos proyectos serán pospuestos, lo que resultará en una reducción del 13 por ciento en el crecimiento de la energía solar y eólica este año en comparación con 2019. Sin embargo, para 2021, el volumen total de nuevas fuentes de energía renovable se habrá recuperado hasta el nivel de 2019, gracias en particular a dos proyectos hidroeléctricos a gran escala que se pondrán en marcha en 2021.
Esto significa que la energía solar y eólica crecerá a un ritmo más lento que el previsto por las autoridades y hasta un 10% para las nuevas incorporaciones.
Sin embargo, esto no debería ser motivo de preocupación, ya que las proyecciones anteriores han sido sistemáticamente optimistas y dependen de un mayor apoyo gubernamental a la energía renovable. Ninguna de las proyecciones puede predecir una pandemia de coronavirus y el alcance de su impacto en el mundo.
“La resistencia de la energía renovable a los efectos de la crisis de COVID-19 es una buena noticia, pero no puede darse por sentada”, dijo el jefe de la AIE, Fatih Bitol.
“Los países continúan construyendo nuevas turbinas eólicas y plantas de energía solar, pero mucho más lentamente. Incluso antes de la pandemia de COVID-19, el mundo tuvo que acelerar significativamente el despliegue de la energía renovable para poder cumplir sus objetivos energéticos y climáticos. En medio de las actuales emergencias económicas y sanitarias, los gobiernos no deben perder de vista la tarea crítica de acelerar la transición a la energía limpia para que podamos salir de la crisis por un camino seguro y sostenible”, añadió.
Mientras tanto, otro informe advierte que las empresas de energía solar y eólica se enfrentan a otro desafío: la disminución de los ingresos. Esta tendencia puede poner en peligro las perspectivas a largo plazo de algunos proyectos, señalaron los autores.