El Banco de Israel ha decidido no alterar las tasas de interés, que permanecerán en el 4,5%, a pesar de la guerra en curso con Hamás en Gaza, la creciente inestabilidad geopolítica y el debilitamiento del shekel.
Esta es la segunda vez consecutiva que se toma tal decisión, luego de una reducción de 25 puntos básicos el 1 de enero, la primera en casi cuatro años, con el objetivo de brindar apoyo a hogares y empresas afectados por la guerra y en un contexto de inflación decreciente.
“Ante la guerra, la política del Comité Monetario se enfoca en la estabilización de los mercados y la reducción de la incertidumbre, sin dejar de lado la estabilidad de precios y el respaldo a la actividad económica”, informó el banco en un comunicado.
Destacaron que la incertidumbre geopolítica se ha intensificado, reflejándose en una alta prima de riesgo para la economía del país.
La decisión se tomó en un momento de expectativas divididas entre los economistas, quienes especulaban si se reducirían aún más las tasas o se mantendrían estables debido a la depreciación del shekel, en medio de tensiones escaladas y amenazas de Irán de responder al asesinato, atribuido a Israel, de un alto oficial del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica en Siria.
Desde la última decisión sobre las tasas de interés, el shekel ha experimentado una depreciación de aproximadamente un 2,7% frente al dólar y un 2,6% frente al euro, de acuerdo con datos proporcionados por el Banco de Israel.