Chipre anunció el jueves que había firmado su primer acuerdo de extracción de gas natural por valor de 9.300 millones de dólares con un consorcio formado por el gigante de la industria Shell, la empresa estadounidense Noble y la israelí Delek.
“Noble Energy, Shell y Delek tienen en sus manos la primera licencia de explotación otorgada por la República de Chipre para poder comercializar el yacimiento”, dijo el Ministro de Energía, George Lakkotrypis, poco después de la firma del acuerdo.
La licencia de 25 años es para el yacimiento de gas Afrodita, el primero en ser descubierto fuera de Chipre, por Noble Energy, con sede en Texas, en 2011. Se estima que contiene más de cuatro trillones de pies cúbicos (más de 113 mil millones de metros cúbicos) de gas.
La firma del acuerdo se produce después de que el gabinete aprobara las revisiones de un acuerdo de reparto de la producción, realizadas a petición de las empresas debido a una caída significativa de los precios de los hidrocarburos desde mediados de 2014.
La reelaboración del contrato de producción significa que Nicosia recibirá una renta media anual de 520 millones de dólares en un periodo de 18 años.
Lakkotrypis dijo que, bajo el nuevo acuerdo, el consorcio está obligado a cumplir con un plazo estricto para comenzar a extraer las reservas de gas, y generar ingresos, para el año 2025.
En febrero, ExxonMobil y Qatar Petroleum descubrieron una reserva de gas natural aún mayor frente a la costa de Chipre, con una capacidad estimada de cinco a ocho trillones de pies cúbicos.
Los italianos ENI y Total of France también participan activamente en la prospección de petróleo y gas frente a Chipre.
La República de Chipre, un Estado miembro de la Unión Europea, ha seguido adelante con la exploración de recursos energéticos offshore a pesar del colapso en 2017 de las conversaciones para poner fin a la división de décadas de la isla mediterránea.
Eso ha enfurecido a Turquía, que ha tenido tropas estacionadas en el norte de Chipre desde 1974, cuando invadió y ocupó un tercio de la isla en respuesta a un golpe de Estado patrocinado por la junta militar que entonces gobernaba Grecia.
Turquía ha iniciado operaciones de exploración separadas que invaden la zona económica exclusiva de Chipre, lo que ha dado lugar a la aprobación por la Unión Europea de un marco jurídico para la imposición de sanciones a las personas y empresas que participan en esas operaciones.