En enero de 2023, Gary Barnett, un empresario inmobiliario judío estadounidense, realizó una de las transacciones inmobiliarias más grandes en Jerusalén, adquiriendo terrenos del patriarcado griego por 750 millones de NIS.
El objetivo era superar el estancamiento en torno al arrendamiento de estas tierras para poder desarrollarlas, pero 18 meses después, aún no se ha logrado ningún progreso tangible.
Recientes informes de Globes han seguido de cerca esta situación. El Fondo Nacional Judío (JNF), conocido como Keren Kayemeth Le-Israel, que tiene el contrato de arrendamiento de estas tierras hasta 2052, inicialmente declaró que no había habido contacto ni reuniones con Barnett o sus representantes.
Sin embargo, el JNF ha reconocido recientemente que se han realizado varias reuniones desde principios de este año.
Estas tierras, anteriormente propiedad del patriarcado griego, abarcan 500 dunams (125 acres) en el corazón de Jerusalén. El JNF adquirió los derechos de arrendamiento a mediados del siglo XX y aún restan 28 años de arrendamiento.
La incertidumbre sobre si el JNF extenderá estos derechos o los cederá, junto con las compras de terrenos por terceros, ha creado un clima de inseguridad que obstaculiza el desarrollo de la zona.
Sin una decisión clara sobre el futuro del arrendamiento por parte del JNF, es imposible promover proyectos de renovación urbana en estos terrenos, que ya de por sí tomarían años en completarse. Esta incertidumbre ha provocado que el valor de las viviendas en la zona disminuya al menos un 40%, según inquilinos y profesionales del sector inmobiliario en Jerusalén.
La adquisición por parte de Barnett pretendía ser un paso hacia la solución del problema. Extell, la empresa inmobiliaria de Barnett, ya tiene un plan preliminar. Este plan permitiría a los inquilinos veteranos comprar sus apartamentos a 3.000 NIS por metro cuadrado, registrando la propiedad a su nombre.
No obstante, la implementación de este plan depende de una solución con el JNF-KKL, que tiene los derechos de arrendamiento hasta 2052. El JNF podría extender el arrendamiento, lo que impediría a los inquilinos obtener derechos de propiedad. Para evitar esto, el JNF tendría que renunciar a sus derechos de arrendamiento, a cambio de una compensación.
Según información de Globes, Extell ha ofrecido al JNF una compensación que incluye la construcción de parques y otras tareas públicas que normalmente financiaría el JNF. A pesar de ello, el JNF no ha tomado una decisión: “Es un organismo al que le gusta que se tomen decisiones por él”, comentan fuentes cercanas al asunto.
Extell también enfrenta la posible amenaza de una propuesta legislativa destinada a abordar situaciones similares a las de las tierras del patriarcado griego. El “proyecto de ley de arrendamiento justo”, si se aprueba, podría afectar los planes de Barnett.
Este proyecto de ley, presentado en dos ocasiones, establece que el alquiler que debe pagar cada inquilino, en caso de prórroga, será del 5,5% del valor del terreno, una cifra significativamente menor a la prevista en el plan de Barnett. La última versión del proyecto fue presentada por 41 diputados de la Knéset, tanto de la coalición gubernamental como de la oposición.
El JNF-KKL declaró: “El JNF-KKL se preocupa por los intereses de los residentes y subarrendatarios, además de por sus propios derechos. Estamos examinando las distintas posibilidades debido a las numerosas consecuencias económicas y sociales a largo plazo”.
Por su parte, Extell afirmó: “El plan que presentamos es beneficioso para los subarrendatarios y promueve el desarrollo de Jerusalén. Esperamos que se avance en su implementación”.