Las perspectivas económicas de Arabia Saudita para este año siguen siendo inciertas en medio de la desaceleración económica provocada por la pandemia y el colapso de los precios del petróleo que llevó al Reino a reducir drásticamente su producción de petróleo como parte del nuevo pacto de la OPEP+.
Según el gobernador de la Autoridad Monetaria de Arabia Saudita (SAMA), Ahmed al-Kholifey, el principal exportador de petróleo del mundo, se encuentra financieramente estable, pero la crisis de este año ha llevado a un panorama económico incierto para el año 2020.
“Para nosotros, en nuestra situación, el recorte de la producción de petróleo y el impacto del virus, han impactado las proyecciones de crecimiento”, informó al-Kholifey en una conferencia virtual, según informó Reuters.
El presupuesto y los ingresos petroleros de Arabia Saudita han sufrido un golpe este año después de que los precios del petróleo se desplomaran en marzo, debido, entre otras cosas, a la guerra de precios del petróleo que inició el Reino.
Los ingresos del petróleo han estado cayendo año tras año desde marzo, ya que los precios se desplomaron con la caída de la demanda provocada por el coronavirus y los saudíes inundaron el mercado con petróleo en abril.
El déficit de las finanzas del Reino en el segundo trimestre, el peor trimestre para el petróleo en décadas, se mantuvo en 29 mil millones de dólares debido a la continua caída de los precios y la demanda de petróleo.
Las autoridades sauditas han aplicado algunas medidas de austeridad para apuntalar las finanzas y colmar la brecha en los ingresos del petróleo que se abrió con la caída de los precios.
Arabia Saudita triplicó su impuesto sobre el valor añadido (IVA) y suspendió los subsidios por el costo de la vida como parte de una nueva ronda de dolorosas medidas de austeridad para salvar sus finanzas. En conjunto, Arabia Saudita se propuso ahorrar 26 600 millones de dólares (100 mil millones de riyales saudíes) gracias a las medidas, que también incluían la cancelación, ampliación o aplazamiento de algunos gastos operativos y de capital de algunos organismos gubernamentales, así como la reducción de las provisiones para varios programas y proyectos importantes este año.
En julio, el Fondo Monetario Internacional (FMI) señaló que la caída de los precios y los recortes de producción afectarían duramente a los exportadores de petróleo de Medio Oriente y Norte de África (MENA), y se espera que los ingresos petroleros combinados de esos países se desplomen en 270 mil millones de dólares este año en comparación con el 2019.