La Agencia Internacional de la Energía (AIE) advirtió el jueves que el acuerdo del grupo OPEP+ para limitar la oferta de petróleo a partir de noviembre aumenta los riesgos de seguridad energética en todo el mundo y podría provocar un aumento de los precios del petróleo que podría ser el punto de inflexión para una recesión mundial.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) anunció la semana pasada la mayor reducción de su nivel de producción previsto desde 2020. En realidad, la caída de la producción actual de petróleo de la OPEP+ estaría más cerca de 1 millón de bpd-1,1 millones de bpd, a pesar de la reducción titular de 2 millones de bpd. Ello es debido a que muchos productores no han podido cumplir sus objetivos de producción desde hace meses.
Según el esperado informe sobre el mercado del petróleo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), publicado el jueves, el recorte de la OPEP+ reducirá la oferta mundial de petróleo y podría hacer subir los precios.
Mientras el mundo intenta hacer frente a la mayor crisis energética de la historia, “aumentan las fuerzas disruptivas del mercado”. Según la agencia, “la volatilidad del mercado se ha exacerbado y la preocupación por la seguridad energética ha aumentado como consecuencia del aumento de los niveles de precios que ha provocado el plan del bloque OPEP+ de reducir drásticamente el suministro de petróleo al mercado”.
Las presiones inflacionistas y las subidas de los tipos de interés están pasando factura, y el aumento del coste del petróleo podría ser la gota que colme el vaso de una economía mundial al borde de la recesión, advirtió la AIE.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) redujo su previsión de crecimiento de la demanda de petróleo para este año en 60.000 bpd como resultado de los mayores vientos en contra de la economía, y ahora espera que la demanda mundial de petróleo crezca en 1,9 millones de bpd en 2022, por debajo de las expectativas de crecimiento de 3,2 millones de bpd antes de la invasión de Rusia a Ucrania. La EIA espera que la demanda aumente en 1,7 millones de bpd en 2020, por debajo de los 2,1 millones de bpd previstos en el estudio de septiembre.
A pesar del aumento del cambio de gas a petróleo en la generación de energía y en la industria, la AIE prevé que la demanda caerá en 340 kb/d en el 4T22.
Dado que el esquisto estadounidense mantiene la disciplina a pesar de las dificultades de la cadena de suministro y la inflación de los costes, la agencia se muestra escéptica respecto a que los actuales precios elevados fomenten una reacción de los productores no pertenecientes a la OPEP en términos de inversión y oferta.
La agencia concluye que esto “plantea serias dudas” sobre las afirmaciones de que el aumento de los precios llevaría automáticamente la oferta y la demanda al equilibrio.