El reino de Arabia Saudí ha sido un protagonista clave en la Organización de Países Exportadores de Petróleo y aliados (OPEP+), y a menudo ha impulsado sus propias agendas económicas y políticas en el proceso. En particular, Arabia Saudí ha sido astuta en su manejo de los recortes de producción de petróleo impuestos por la OPEP+ y ha encontrado formas de maximizar sus ingresos en tiempos de precios al alza y recortes de producción.
La táctica de los inventarios oscuros
Un método que ha empleado Arabia Saudí para mantener sus ventas de petróleo en tiempos de recortes de producción ha sido a través de la producción adicional de la Zona Neutral Particionada (PNZ) que comparte con Kuwait. Este suministro “fuera del radar”, también conocido como “inventario oscuro”, permite a Arabia Saudí vender petróleo adicional a través de métodos clandestinos y a precios inflados, sin parecer que incumple su cuota oficial de la OPEP+.
La Zona Neutral Particionada: un arma estratégica
La PNZ, que abarca un área de 2.230 millas cuadradas, se encuentra en la frontera noreste de Arabia Saudí con la frontera sureste de Kuwait. Contiene reservas estimadas de 30.000 millones de barriles de petróleo y 60 billones de pies cúbicos de gas. Los yacimientos clave en la zona incluyen los terrestres de Wafra, Fuwaris y Humma, y los marinos de Khafji y Hout.
La producción de petróleo en la PNZ ha estado rondando los 175.000 barriles diarios en el último año. Sin embargo, se cree que este número podría aumentarse fácilmente a 300.000 barriles por día (bpd) y, con más esfuerzo, a 500.000 bpd.
Desafíos y controversias
Aunque la PNZ es una valiosa fuente de petróleo para Arabia Saudí, la explotación de esta zona ha sido objeto de controversias y conflictos. Por un lado, Kuwait acusó a Arabia Saudí de renovar la licencia de concesión del yacimiento petrolífero de Wafra de Chevron sin consultar, lo que llevó a Arabia Saudí a cerrar la producción de la zona en 2014.
Además, existen disputas geopolíticas en torno al yacimiento de gas “Dorra” (conocido como “Arash” por Irán), que se cree contiene desde 10 hasta 60 billones de pies cúbicos de reservas de gas. Las estimaciones sobre la producción que este yacimiento podría alcanzar oscilan entre 800 millones de pies cúbicos diarios y algo más de 1.000 millones de pies cúbicos diarios.
La futura estrategia de Arabia Saudí
A pesar de los desafíos, parece probable que Arabia Saudí continuará su estrategia de utilizar la PNZ y otros inventarios oscuros para maximizar sus ventas de petróleo y gas. Dada la creciente influencia de China en Arabia Saudí e Irán, parece poco probable que cualquier resolución sobre la cuestión “Dorra/Arash” beneficie a Kuwait.
En resumen, Arabia Saudí ha demostrado ser un jugador astuto y estratégico en el tablero geopolítico de la OPEP+. Con una astuta gestión de su producción de petróleo y gas, Arabia Saudí ha logrado mantener sus ingresos a pesar de los recortes de producción impuestos por la OPEP+ y las fluctuaciones de los precios del petróleo.