Los miembros de la Unión Europea están poniendo en marcha planes en caso de que se produzcan apagones este invierno como consecuencia de la actual falta de energía.
Al parecer, la UE está trabajando en dos escenarios que implican apagones, según fuentes que citan a un alto funcionario de Bruselas, de acuerdo con un informe de Reuters de hoy.
En el primer escenario, sólo unos pocos miembros de la UE sufren un breve apagón y el resto de la Unión interviene para ayudar con su propio suministro.
El otro escenario, aún más sombrío, es que el apagón se extienda a otros miembros de la UE, impidiéndoles ayudarse mutuamente. Según el Comisario de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic, la Comisión utilizaría su reserva estratégica en esta situación para ayudar a los Estados miembros afectados por el apagón.
El comisario no especificó qué reserva estratégica utilizaría la Comisión en caso de apagón.
La alerta sobre posibles apagones se produce solo unos días después de que otro informe mencionara el peligro que supone para las comunicaciones inalámbricas la inadecuada generación de energía durante el invierno.
La mayor parte de Europa se enfrenta a la posibilidad de que se produzcan racionamientos o cortes de energía, lo que podría tener un impacto desastroso en las comunicaciones móviles, según el informe de Reuters de la semana pasada. Esto se debe a que las importaciones de gas ruso son significativamente menores de lo habitual y a que varios reactores nucleares en Francia están actualmente fuera de servicio por mantenimiento de emergencia.
En caso de apagón o racionamiento, los sistemas de energía de reserva, que no son tan utilizados como deberían, suponen una amenaza. En la Unión Europea hay 500.000 antenas de telecomunicaciones, pero la mayoría de ellas solo tienen baterías de reserva con una capacidad de almacenamiento de 30 minutos, según el informe. Los posibles cortes podrían durar hasta dos horas, según personas no identificadas que hablaron con Reuters.
La disminución de las importaciones de gas ruso, según la Agencia Internacional de la Energía, ha puesto a Europa en un “riesgo sin precedentes”, y este invierno, Europa luchará con Asia por las limitadas exportaciones de gas.